Es una pena que el gobierno de la república y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tengan que recurrir a cuentos chinos, a estrategias electoreras y de rescate ante la caída de su popularidad.

Que pena que el nivel del presidente se haya abaratado.

Es increíble que se esté hablando de documentos y estrategias que más parecen acciones para distraer la atención pública ante la crisis del coronavirus, que verdaderos planes para un derrocamiento o un golpe de estado.

El mentado Bloque Opositor Amplio (BOA), creador del disque documento titulado “Rescatemos a México”, no es otra cosa que un zape mal dado a los opositores, críticos y contrincantes del mandatario nacional.

Es una muy mala idea para fustigar y arremeter contra quienes se considera son oposición.

El viejo truco del documento que llegó sin remitente y en sobre cerrado hasta la puerta de la oficina ya es arcaico.

Por eso la reacción de las redes sociales, de los opositores, de los críticos, de la familia fifi, como le llaman los simpatizantes de AMLO, y de los neoliberales no esperó y se le fue encima con todo.

¿Cómo es posible que un documento tan grotesco como el BOA haya sido exhibido en la conferencia de prensa del jefe del estado mexicano?

Hasta dónde han llegado, carajo.

¿Alguien se habrá creído el cuento ese del BOA?

¿Tan ridícula es nuestra política nacional?

¿Y ahora qué sigue, descubrir un vídeo con el que se muestre cómo empezará una nueva guerra en México?

El mentado BOA no es otra cosa que un distractor para seguir dividiendo a la nación, a los amigos y enemigos del presidente Andrés Manuel.

Sería bueno que en Palacio Nacional se pongan más serios.

No es bueno que todo el tiempo sean el hazmerreír del pueblo.

¿De verdad no se dan cuenta de todo lo malo que están haciendo?

¿Tanto miedo le da a la 4T el mal manejo que le está dando da la pandemia, que ya incurrió en planes desesperados?

¿Y si mejor se ponen a abordar y a tratar los temas verdaderamente importantes y serios?

Porque mientras el presidente de México gasta su tiempo en exponer documentos que parecen de primaria el país se sigue colapsando.

Me pregunto por qué no hablar y profundizar sobre la crisis económica que dejará el coronavirus, o sobre el desempleo que ya generó en el país (más de 12 millones), o de los cobros excesivos por el aumento en la tarifa a las cuotas de CFE, o de la contaminación y el desastre ecológico que va a provocar la construcción del Tren Maya, o de los destrozos que están provocando en la CDMX los anarquistas, o de la corrupción que sigue existiendo y creciendo en el gobierno.

O por qué no hablar de los feminicidios, de sus graves cifras que van en aumento por todo el territorio nacional, de los asesinados por el narco, del trabajo en las calles del ejército, de los nuevos desaparecidos.

¿Por qué empeñarse en seguir dividiendo al país?

Y lo mismo en el resto de los estados.

El BOA no es otra cosa que un pretexto para contraatacar y distraer a los mexicanos de los temas verdaderamente importantes, esos que sí nos están afectando.

Eso de señalar, de inventarse y/o echarse enemigos gratis a la espalda es muy peligroso.

¿Por qué si se tiene el poder se empeñan en pisotear, asfixiar y aniquilar a quienes no piensan igual?

¿No se supone que eso era lo que se combatía desde 2004?

¿Dónde quedó la lucha del 2006?

¿Dónde la madurez y aprendizaje de la derrota del 2012?

¿Cuándo cambio la estrategia, en qué momento?

¿Ahora que el poder ya es total y se tiene de rodillas al enemigo por qué abusar de él?

SI las cosas siguen como van yo no entiendo a dónde vamos a parar.

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