Poco después del arribo de Sergio Salomón Céspedes Peregrina al Gobierno del estado, tras la caída del barbosismo, sostuve en redes sociales que era una lástima que el nuevo mandatario no hubiese gobernado el periodo completo en lugar de su antecesor.

Esto me generó criticas severas, de todos tipos y colores, además que no faltaron las mentadas de madre y los clásicos señalamientos de arrastrado y chayotero.

Muy comunes entre quienes se esconden detrás de un bot o de una cuenta falsa en X, por ejemplo, para denostar, joder y chingar por chingar.

Los matraqueros del barbosismo fueron los principales jueces y verdugos de quien esto escribe, pues dejaron ver sus cuentas y sus manos.

Ayer, durante la inauguración de la nueva sede del Congreso del estado, ubicada en la Zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, corroboré que no me equivoqué porque Sergio Salomón Céspedes ha dado muestras de ser un hombre y un político generoso.

Porque no solo le vino a dar estabilidad al estado, la paz y tranquilidad, la reconciliación que los poblanos y el círculo rojo necesitaban, sino prosperidad a la entidad, una nueva imagen y el lugar que se merece entre todos los mexicanos.

Y es que con el gobernador Salomón hay un antes y un después, así de simple.

Una vez que tomó las riendas del estado dio cuenta de que el barbosismo no había hecho prácticamente nada, por lo que trabajó a fondo para agilizar sus acciones y poder así cambiar las cosas en Puebla.

Por algo su slogan de “Un gobierno presente”.

Y no es para menos, toda vez que llegó al Gobierno a darle certidumbre a los poblanos, confianza, tranquilidad y atención a las demandas de los ciudadanos.

A 25 días de dejar el cargo y cederle el estado al gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, Sergio Salomón Céspedes no tiene más que agradecer a todos quienes lo apoyaron para realizar un buen papel como gobernador ante los poblanos, quienes estaban ansiosos de que alguien sacara la cara por ellos, tras el desastroso gobierno barbosista.

Y así lo hizo el aún gobernador.

La sede del nuevo Palacio Legislativo es reflejo de su destacado trabajo como gobernador del estado, a pesar del fenómeno de la inseguridad que afecta a prácticamente todo el país.

El gobernador poblano, sin duda, pasará a la historia como el político conciliador y de la paz en Puebla.

No podía ser de otra manera.

Eso sí, ojalá que antes de que ceda el poder logré inaugurar todas sus obras, se lo merece.

Enhorabuena, gobernador Sergio Salomón.

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Alguien debería jalarle las orejas y recomendarle a la dirigente nacional del partido Fuerza por México (FxM), Maiella Gómez Maldonado, que deje de estar alentando la ingobernabilidad en Chignahuapan.

Y lo más grave, que deje de estar defendiendo y perfilando otra vez como candidato a presidente municipal de la región, a Juan Lira Maldonado, mejor conocido como “El Moco”.

Porque mientras el Gobierno del estado y la administración entrante tratan de garantizar la paz y tranquilidad de Chignahuapan, la lidercilla de FxM se empeña en impulsar a quien ha sido acusado de tener nexos con el crimen organizado, por el robo de hidrocarburos.

“El Moco” estuvo en prisión en 2020 por el mismo delito, y en 2018, en la administración barbosista, fue vinculado por hechos violentos, incluyendo una emboscada en San Francisco Terrerillos, en Chignahuapan, donde cuatro policías estatales y tres presuntos delincuentes perdieron la vida.

Ayer, Maiella Gómez volvió a mostrar que pretende sostener a Juan Lira como candidato, a pesar de lo que digan las autoridades poblanas, las nuevas y las entrantes.

No descartó la posibilidad de que su amigo vuelva a participar como candidato a la Presidencia Municipal de Chignahuapan en las elecciones extraordinarias de 2025, a pesar de las investigaciones que pesan en su contra.

¿Qué pensarán al respecto los gobernadores Sergio Salomón Céspedes y el electo Alejandro Armenta Mier?

Porque, insisto, mientras ellos meten paz, Maiella quiere ver correr sangre en Chignahuapan.

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