A pesar de las amenazas, de la persecución política, del linchamiento mediático, del arbitrario encierro y de que un grupo en el poder lo despojó de todos sus bienes, Israel Pacheco Velázquez, el ex líder sindical del Ayuntamiento de Puebla, está de regreso.

Y vuelve por la puerta grande, ya que el pasado 15 de noviembre del año en curso firmó su reinstalación como trabajador del Ayuntamiento de Puebla.

Bien dicen que en la vida nunca todo está perdido porque siempre da revanchas, y el caso del personaje en cuestión es el mejor ejemplo.

Porque a Israel Pacheco lo detuvieron y encarcelaron por órdenes del finado exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas, apoyado por Tony Gali, quien en ese momento se había convertido en presidente municipal de Puebla.

El ex líder sindical se convirtió entonces en un preso político y en un perseguido del sistema por ser alguien incomodo a los designios del morenovallismo.

Se le construyeron e inventaron falsos delitos que nunca fueron comprobados porque simplemente nunca existieron, y a pesar de ello fue detenido y encarcelado por más de cuatro años hasta que logró su libertad.

Empero, el verdadero pecado de Israel Pacheco fue negarse a arrodillarse ante el morenovallismo, y a no mover un dedo en la elección municipal en la que Tony Gali se hizo edil en 2013.

Su defensa e inocencia permitió su libertad, ya que Israel Pacheco había sido sentenciado injustamente por ocho años más, nuevamente por delitos inventados desde la Fiscalía General del Estado de Puebla, los cuales fácilmente fueron desechados.

Hoy por hoy, Israel Pacheco goza de cabal salud, está más vivo que nunca, políticamente hablando; renovado, maduro, con ganas de limpiar su nombre y recobrar la credibilidad que le dejó la defensa de los trabajadores del municipio más importante de Puebla.

El viernes pasado, el ex líder sindical firmó su reinstalación como trabajador del municipio de Puebla, a pesar de que el actual secretario general del Sindicato Único de Empleados y Trabajadores del Honorable Ayuntamiento de Puebla, Instituciones Paramunicipales y Organismos Públicos Descentralizados, Licenciado “Benito Juárez García” (Suethapipopd), Gonzalo Juárez Méndez, hizo todo lo posible para evitarlo.

Y es que Gonzalitos, quien ha incurrido verdaderamente en una serie de excesos y acto de corrupción desde que lo impuso el morenovallismo en el sindicato que lo ha hecho millonario, intentó hacer todo lo posible para evitar el regreso y la reinstalación de Israel Pacheco en su puesto de base.

El líder charro del Ayuntamiento de Puebla intrigó contra Pacheco Velázquez con el presidente municipal José Chedraui Budib, a quien ni siquiera apoyó en campaña, pues todo mundo sabe que se la jugó con el abanderado del PAN, Eduardo Rivera Pérez.

Recurrió, incluso, a sus históricos aliados para evitar que Israel fuese reinstalado como empleado, pues trascendió que por medio de Tony Gali, de Rafael Ruiz Cordero, ex secretario de administración municipal, y de Eukid Castañón Herrera, ex operador morenovallista y actual asesor de la Comuna, intentó bloquear su regreso.

Aseguran que las viudas morenovallistas exigieron a la síndica Mónica Silva Ruiz (esposa de Héctor Sánchez Sánchez, exsíndico y expresidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla) que no firmara el convenio de reinstalación de Pacheco.

De hecho, al parecer Mónica Silva sí intentó “reventar” el acuerdo de reinstalación, en un afán de rebelión o rebeldía contra su jefe, el presidente Pepe Chedraui.

¿Qué pensará Pepe al respecto?

Porque en este caso aplicaría aquello de cría cuervos y te sacarán los ojos, así que debería monitorear bien a sus colaboradores.

El complot orquestado por Gonzalitos, afortunadamente para Israel Pacheco, no funcionó, por lo que seguramente el líder charro está temblando de miedo por haber hecho las cosas mal desde un principio.

Todo mundo sabe que Gonzalo Juárez es un pillo de siete suelas que cree estar blindado con el sindicato que sigue encabezando, por ahora. Eso sí, por algo ya no cuenta con el cien por ciento de apoyo de los trabajadores.

Por cierto, tampoco se olvida que el lidercillo en cuestión se la jugó con Ignacio Mier Velazco, actual senador y quien perdió ante el actual gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, la candidatura de Morena.

Gonzalitos sabe perfectamente que el regreso de Israel Pacheco al municipio es el preámbulo de su caída como líder sindical, toda vez que el segundo es quien verdaderamente es factor de unidad entre los trabajadores municipales.

Así que no hay que perder de vista cómo se desenvuelven las cosas en el Suethapipopd y en el Ayuntamiento de Puebla, ya que el regreso de Israel es señal de debilitamiento de Gonzalo Juárez.

Particularmente, porque el grupo político que lo impuso en el sindicato, por el que tuvo licencia para enriquecerse con las cuotas de los trabajadores por muchos años, ya se extinguió. Y aunque existen reductos agazapados en distintas áreas del Ayuntamiento de Puebla, como en la Sindicatura, ya no tienen el poder para sostenerlo.

Tal parece que a Gonzalo Juárez esta vez ya no le funcionará como defensa su vieja estrategia de “victimizarse”, ya que tiene mucha cola que le pisen.

Al tiempo.

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Finalmente, el partido Morena en Puebla realizó su proceso para renovar algunas de sus carteras y para ratificar en la presidencia de su comité estatal, como se lo adelanté, a Olga Lucía Romero Garci-Crespo, quien permanecerá en el cargo hasta que quien administrará el estado por los próximos seis años así lo disponga.

Habrá que señalar que a pesar de que el proceso de renovación se había manoseado y estaba entrampado, el gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, dio muestras de pulcritud política.

Porque Puebla fue el único estado donde se dio unanimidad en la designación de sus nuevos titulares de carteras.

Incluso se rompió récord con el tiempo que duró la asamblea del consejo (45 minutos) y en la que se eligieron a Olga Lucía Romero Garci-Crespo, como presidenta; a Guadalupe Siyancan Peregrina, como secretaria general; a Arturo Graciel López, como secretario de Organización; a Miriam Ávila Peralta, como secretaria de Finanzas; a Isabel Martínez Peñuñuri, como secretaria de Comunicación; a Wendolyn Aguilar Sandoval, como secretaria de Formación Política; a Carlos Hernández Hernández, como secretario de Derechos Humanos, y a Elizabeth Marín Peña, como secretaria de Mujeres.

El gobernador Armenta poco a poco va tomando control de su partido, pues habrá que destacar que tres titulares de carteras son cercanos a él: Miriam Ávila, la nueva secretaria de Finanzas; Arturo Graciel, el secretario de Organización, y Guadalupe Siyancan, la secretaria general.

Fue el mismo sábado cuando el renovado comité de Morena sostuvo una reunión privada con el mandatario electo.

Por cierto, el negrito en el arroz del consejo estatal morenista fue la diputada federal Karina Pérez Popoca, quien evidentemente hizo la rabieta de su vida por no ser tomada en cuenta para la renovación de la dirigencia.

Palabras más, palabras menos, espetó que era una lástima que no la tomaran en cuenta cuando ella participó en la construcción de su partido, por lo que esperaba que los nuevos integrantes verdaderamente no mientan, no roben y no traicionen.

Se me hace que a doña Karina algo le arde, ¿a poco no?

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