Aunque los aspirantes a las distintas candidaturas de Morena, de cara al proceso electoral de 2024, aún no están obligados a dejar su cargo para competir por los diferentes puestos públicos que se sortearán, tal parece que no tendrán otro remedio.

Y la razón principal es sólo una: así lo determinó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), su máximo jerarca político.

Es por ello que el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón decidió poner manos a la obra, adelantarse a sus contrincantes y anticipar su renuncia para tomar de lleno su precampaña.

Esto, desde luego, le mete presión al proceso para la definición del abanderado de Morena y, por supuesto, pone en jaque a Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la CDMX, la corcholata más adelantada en la carrera presidencial, quien, aseguran, es la favorita de AMLO y quien recorre el país recargada en la caja chica del gobierno capitalino.

Sin embargo, con las renuncias de los aspirantes, tal como lo ordenó el presidente, seguramente las cosas cambian.

De hecho, Ebrard ya logró mover el tablero político-electoral completo de Morena y del propio AMLO. Y hasta parece que todo caminara en torno a su estrategia.

Empero, esto mismo tendría que ocurrir en el estado de Puebla con las corcholatas y demás aspirantes al gobierno.

Lo interesantes es preguntarse ¿a quién de los que quieren suceder al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, le perjudicaría más la renuncia al cargo que hoy ostenta?

Y lo mismo habría que cuestionarse ¿quién de ellos saldría beneficiado con el tema?

Me parece que el más beneficiado, si es que Morena obliga a todos sus aspirantes a candidatos a renunciar a sus puestos, en el caso de Puebla, es el líder del Senado, Alejandro Armenta Mier.

Mientras que el más perjudicado, sin duda, resultaría Julio Huerta Gómez, el secretario de gobernación.

Porque si el Consejo Nacional de Morena ordena que sus aspirantes tienen que renunciar a sus cargos para poder competir por una candidatura, y el método es la famosa encuesta, no hay duda que en el estado Alejandro Armenta sería el ganador.

El senador sigue en la punta de todos, o casi todos, los estudios de opinión con respecto a la definición del aspirante de Morena mejor posicionado y más aceptado.

En el caso de Julio Huerta, sus números no le ayudan, la gente aún lo asocia con el barbosismo y su nivel de conocimiento sigue siendo muy bajo.

El resto de los aspirantes, como Ignacio Mier Velazco, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, me parece que verían más complicada su participación sin cargo y sin el famoso dedazo.

Lo mismo ocurriría con Rodrigo Abdala Dartigues, delegado federal del Bienestar en Puebla, y con Olivia Salomón Vivaldi, secretaria de Economía, quienes están muy rezagados en las encuestas.

Habrá que ver cómo se las gastan los aspirantes al gobierno de Puebla por Morena, porque casi todos utilizan sus cargos para placearse, mostrarse, publicitarse y promoverse por todo el estado.

Y resulta toda una paradoja que sea el presidente AMLO quien proponga y propicie un acto de justicia, democracia y piso parejo en Morena para la definición de sus próximos abanderados.

Sobre todo cuando intentó aplastar y desarticular al INE cuantas veces quiso hasta que lo logró.

De darse las renuncias de los aspirantes a sus cargos, en Puebla, al menos, ya no habría un descarado derroche de recursos públicos en la promoción y pinta de bardas, por ejemplo.

Acciones, por cierto, que ha solapado y dejado pasar el gris, opaco y bueno para nada Instituto Electoral del Estado (IEE), junto con sus consejeros y su presidenta Blanca Yassahara Cruz García.

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Vaya revés, zape, cachetada guajolotera y chingadazo les propinó el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a los primos Jaime Natale Uranga y Juan Carlos Natale López, líder estatal y diputado federal, respectivamente, con el anunció de su respaldo a Claudia Sheinbaum para que se convierta en su abanderada a la presidencia.

Y es que los primos que administran el Verde en Puebla ya habían hipotecado el partido por Marcelo Ebrard para el 2024.

¿Y ahora con qué le van a salir a su carnal Marcelo?

Ahora si les pasó como dijera el polémico escritor Paco Ignacio Taibo II, “se las metieron doblada, camaradas”.

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