Los nuevos tiempos en la BUAP con su rectora, la Dra. Lilia Cedillo Ramírez, vaya que se notan.

Y es que esos nuevos momentos están en todos los ámbitos y en el entorno completo de la Benemérita institución.

El 1er Informe de labores de la primera rectora en la historia de la BUAP -luego de 443 años de fundada- no fue la excepción, muy al contrario, generó todo tipo de comentarios, particularmente positivos.

Porque hay que reconocer que la universidad pública más importante del estado atraviesa una etapa distinta a la del pasado, tanto que provocó que por el primer informe de Lilia Cedillo se tiraran y chorrearan litros de tinta en los medios de comunicación.

Los comunicadores, informadores, periodistas y colegas de medios electrónicos, digitales y hasta impresos, no pararon de sorprenderse por lo austero y sencillo del informe, con un perfil netamente universitario.

Y sí, en realidad este primer ejercicio de rendición de cuentas de la gestión cedillista mostró un cambio radical en el tradicional esquema al que estaban acostumbrados los últimos rectores de la institución.

Un cambio muy de fondo que hizo a un lado la parte política y que dejó atrás la ostentación, el derroche y todos esos “insultantes excesos” que ahora tanto criticamos los periodistas, pero que nos encantaron en el pasado y que nunca reprochamos.

Porque ahora resulta que a mis camaradas siempre les ofendió la organización y el agasajo al que cada uno de esos ex rectores, que ahora todo mundo critica, los invitaron, queriendo estar permanentemente en primera fila de sus actos.

Ya ni la friegan.

Justamente en los medios, en sus directivos y en la tropa informativa debería privar la decencia y la sensatez. Y aunque sea un mucho de objetividad cuando se trata de la BUAP.

Digo, ya sabemos que son los tiempos de la 4T, pero personalmente he sido testigo de que columnistas, directores de los medios poblanos, reporteros y hasta fotógrafos, disfrutaron todo eso que ahora tanto critican.

Habría que ser un poco más humildes para aceptar lo vivido.

Porque el asistir bien vestido al informe del rector o rectora de la BUAP no es inmoral, ni tampoco ofensivo.

Más bien habría que analizar el cristal de donde se mira.

El discurso de ahora, de la falsa y extrema austeridad republicana, ya nadie se lo cree.

Antes, todos los medios y sus protagonistas querían estar en el informe del rector de la máxima casa de estudios del estado, en la comida, si es que había, y hasta en la cena.

Era frustrante no tener invitación para el evento.

Y quien lo niegue está mintiendo.

Hoy da risa leer y escuchar como todo mundo se espanta de los informes universitarios de antes, aunque ese universo haya sido parte de esa “insultante faramalla”.

Que pronto lo olvidaron.

Eso sí, no se debe confundir la sencillez de hoy con el sometimiento universitario.

Sobre todo porque hoy por hoy, la BUAP ciertamente atraviesa una etapa distinta, una nueva “cultura universitaria” que superó con creces la pandemia y el Covid-19, a pesar del fallecimiento de 851 de sus integrantes.

Una nueva cultura universitaria impulsada por la Dr. Lilia Cedillo: crítica y creativa, pero también flexible y resiliente, capaz de integrarse a una sociedad global.

Porque sí, hay que reconocer que la Dra. Lilia Cedillo ha cambiado la forma de gobernar a la BUAP.

Inyectó un estilo propio en el que se privilegia al estudiante, al académico y al trabajador en general.

Una nueva forma de administrar a la universidad pública del estado, la cual ha permitido un ahorro de 117.83 millones de pesos en apenas un año de trabajo.

A la Dra. Lilia Cedillo no le interesa la política ni la grilla en la que el círculo rojo y los medios trabajamos día con día, por eso precisamente tiene el visto bueno de las autoridades del estado, porque no pretende ganarles su lugar.

El informe no estuvo atiborrado de funcionarios de primero, segundo y hasta tercer nivel que acapararan los lugares de los universitarios, a quienes son los que verdaderamente tienen que rendir cuentas la rectora.

Sólo asistieron los representantes de los tres poderes del estado, encabezados por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta. Además del presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez; y el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa

Tampoco hubo un mensaje del mandatario, quien evitó los acostumbrados discursos políticos innecesarios.

Enhorabuena por la primera rectora de la BUAP, la Dra. Lilia Cedillo, y por toda su comunidad universitaria.

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