Si hay una asignatura pendiente que el Congreso del estado le debe a las poblanas y al resto de los ciudadanos, es la discusión, análisis y, en su caso, aprobación de la despenalización del aborto en Puebla.

Porque muchos diputados –de todos los partidos– han desfilado por las curules de recinto legislativo local y el tema sigue siendo una tarea aplazada dolosamente.

Y es que habrá que reconocer que Puebla sigue siendo un estado conservador y muy puritano, a pesar de ser gobernado por Morena y la 4T.

Hace apenas unos años fue administrado por el PAN, vía el morenovallismo, y entonces tampoco se dieron visos de querer discutir el tema de la despenalización del aborto en ninguna de sus legislaturas.

La congeladora legislativa está llena de iniciativas, particularmente de las que tienen que ver con la interrupción legal del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.

Por cierto, la primera iniciativa sobre la despenalización del aborto en Puebla, para que no le cuenten mentiras, la presentó en el pleno del Congreso, como parte de la LVI Legislatura, el entonces diputado perredista Rodolfo Huerta Espinosa.

Sin embargo, la propuesta, por supuesto, sufrió el sueño de los justos y fue a dar de inmediato a la congeladora, a pesar que el PRI era el partido que controlaba el Congreso, vía el extinto Rafael Moreno Valle Rosas, quien llegó como priista, se convirtió independiente y dejó la diputación para transformarse en senador por el PAN.

Casualmente, algunos exdiputados de esa legislatura son actuales integrantes del Congreso local de hoy, tales como Fernando Morales Martínez, antes del PRI y hoy de MC; Rafael Micalco Méndez, del PAN, y Mariano Hernández Reyes, del PT.

Sin embargo, podría ser la LXI Legislatura, encabezada por Morena, la que pudiera retomar el tema, profundizarlo y llevarlo al Pleno y a la máxima tribuna legislativa en el estado para, finalmente, aprobarlo.

Eso sí, gracias a la disposición del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien tiró línea al “quedabién” del Congreso, el diputado Sergio Salomón Céspedes Peregrina, para que el polémico tema por fin sea abordado por los legisladores poblanos.

Le jaló las orejas al legislador de Morena y públicamente le mandó a decir que ya no se hagan patos y le entren al tema del aborto.

Porque si por la LXI y Sergio Salomón Céspedes fuera, la despenalización del aborto ya habría sido, nuevamente, encerrada con tres candados y remachada en la congeladora del Poder Legislativo.

Empero, Salomón Céspedes cometió el oso de la semana.

El diputado olvidó que en México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió –por unanimidad– que es inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta, y se pronunció por primera vez a favor de garantizar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir, sin enfrentar consecuencias penales.

A la fecha, un total de nueve –de 32– estados han modificado sus Códigos Penales sobre el tema del aborto y su legalización: Ciudad de México (CDMX), Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Baja California, Colima, Sinaloa, Guerrero y Baja California Sur.

Y Puebla, hasta el miércoles pasado había evadido el tema.

Afortunadamente, el gobierno de Miguel Barbosa parece que quiere hacer historia y convertir a la entidad en el décimo estado en despenalizar el aborto.

Porque, seamos realistas, como ya lo dije antes en una reciente entrega de Posdata, el gobernador Miguel Barbosa es el gran legislador del estado y, desde luego, quien controla y manda en el Poder Legislativo.

Sergio Salomón y el resto de los diputados solo son parte de sus muchachos.

La despenalización del aborto es una demanda social, no hay más.

Así que ojalá los malogrados diputados poblanos analicen estas diez razones por las que se tiene que despenalizar y legalizar el aborto temprano en Puebla:

  1.   La penalización del aborto no disuade a las mujeres de practicarse abortos, más bien, solo hace que los abortos sean clandestinos, se practiquen en forma insegura y la mortalidad de las mujeres pobres y jóvenes aumente.
  1.   La penalización del aborto afecta, restringe y viola derechos humanos fundamentales de niñas, adolescentes y mujeres.
  1.   La penalización del aborto induce a las mujeres a recurrir a métodos de aborto inseguros y riesgosos para su vida y su salud.
  1.   La penalización del aborto aumenta la mortalidad y morbilidad de las mujeres por abortos inseguros.
  1.   La penalización del aborto impacta negativamente en el acceso a los abortos legales.
  1.   La falta de acceso a abortos seguros cuando está en riesgo la vida o salud de la mujer produce muertes por causas indirectas.
  1.   La penalización del aborto tiene un impacto diferenciado en mujeres pobres y jóvenes.
  1.   La penalización del aborto expone a las mujeres a ser víctimas de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes y de violencia institucional.
  1.   La penalización del aborto valida un mercado millonario y clandestino que lucra con la autonomía de las mujeres.
  1. La norma penal es escasamente aplicada, pues la persecución judicial y policial del delito de aborto es muy baja en relación con la frecuencia de su práctica. Tal conclusión se desprende de la enorme diferencia entre las cifras del aborto clandestino y las de mujeres encarceladas por este delito.

 

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