Si hay un municipio en Puebla que apesta a corrupción, a tráfico de influencias, a nepotismo, a huachicol, a inseguridad, a narcomenudeo, a delincuencia organizada, a opacidad gubernamental, a ingobernabilidad y a caos social, ese es San Martín Texmelucan.

Así es, el municipio que gobierna Morena a través de Norma Layón Aarún, actual presidenta municipal y quien sólo atiende el tercer Ayuntamiento más importante de la entidad tres días a la semana.

Porque Doña Normita se la pasa más tiempo en la ciudad de Puebla que en su municipio, por aquello de que vaya a registrarse una explosión por el huachicoleo que se registra en la zona y le vaya a tocar a ella.

Lamentablemente para los habitantes de San Martín, quienes sí viven allí y se rifan el pellejo todos los días por la inseguridad desbordada, los escándalos provocados por esta mujer no cesan

De hecho ya quedó demostrado que a Norma Layón le importa poco San Martin Texmelucan porque sabe que allí nadie la quiere, ni sus propias autoridades.

El último escándalo de la edil se registró el pasado 14 de septiembre, en la comunidad de San Baltazar Temaxcalac, perteneciente a San Martín Texmelucan, donde se desplomó un tanque de agua potable que supuestamente había sido rehabilitado por el actual gobierno con un coso de 2.6 millones de pesos.

La caída del tanque provocó la muerte de dos personas y una más gravemente herida, que incluso se mantiene internada en el hospital de Traumatología y Ortopedia de Puebla capital.

Lo realmente grave del caso es que apenas 2 días antes del siniestro, el 12 de septiembre, Norma Layón había rehabilitado, reinaugurado y entregado a la población el tanque de agua potable, el cual asegura ahora que se trabajó y se reparó, sí, pero que nunca se pagó.

Así que Norma Layón aduce ahora que no hay daño al erario por la caída del tinaco simple y sencillamente porque ella no pagó la supuesta obra avalada por su propia gestión.

Y la declaración de Layón Aarún aunque parezca una reverenda estupidez es real.

Lo que pasa que la edil de Morena ya no sabe cómo deslindarse del problema, cómo lavarse las manos en el caso, cómo evadir a los muertos y cómo disfrazar la ingobernabilidad que impera en San Martín.

Porque vaya que si su malograda administración ha ido de mal en peor provocando escándalo tras escándalo.

Basta con recordar que al inicio de su gestión intentó privatizar el agua y la gente se le vino encima.

Otro asunto más que le estalló fue la detención de uno de sus jefes policiacos acusado de secuestro, así como la construcción de un “huachitúnel” que nadie vio al momento de su edificación.

Cómo olvidar, también, la millonaria inversión para sanitizar sus oficinas durante la pandemia provocada por el Covid-19, o la grave contaminación ambiental generada por su crematorio.

Tampoco nadie olvida que Normita Layón intentó endeudar a San Martín Texmelucan con la aprobación de un crédito de 700 millones de pesos que el Congreso del Estado le rechazó, argumentando que esto quebraría las finanzas de la región.

Y qué decir de la grave inseguridad provocada en San Martín por el crimen organizado dedicado al robo de hidrocarburos, al de mercancía al transporte comercial, al cobro de piso en su tianguis, al secuestro, a casa habitación y narcomenudeo.

¿Qué esperará el gobierno para intervenir en San Martín ante la ola de escándalos generados por el mal gobierno de Norma Layón?

¿Qué esperará el partido Morena y su líder estatal, Olga Lucía Romero Garci Crespo, para pronunciarse y meter orden sobre el caos que impera en aquella región poblana?

¿Qué esperan, que haya más muertos, más desorden, más corrupción y escándalo por parte de Norma Layón?

¿Cuántos muertos habrá que esperar más para que alguien intervenga?

Porque ya vimos que a Doña Normita le importa un bledo digan lo que digan y, por sus pistolas, permanecerá como edil.

Y es que por menos que eso, otros ex ediles como el de Tehuacán, Felipe de Jesús N, fue detenido y encarcelado a pesar de ser uno de los más importantes de todo el estado.

Por algo a la edil de San Martín Texmelucan la corrieron a pedradas de San Baltazar Temaxcalac, donde se registró la caída del tanque de agua que se quisieron ahorrar los amigos empresarios de Layón Aarún.

Eso sí, Normita pudo librarse de la agresión porque se transportaba en su lujosa camioneta con blindaje 5.0, igual que el de un tanque de guerra, que tuvo un costo de 3.8 millones de pesos, y que utiliza para transportarse en las calles de San Martín Texmelucan.

Ya son muchos los pecados de Norma Layón.

¿Hasta cuándo los tendrá que soportar su comunidad?

 

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