En el Congreso del Estado se pensó que ante la renovación de la administración los cambios internos registrados serían para bien del mismo poder de gobierno, de sus trabajadores y del resto de los poblanos.

 

Sin embargo, no fue así.

 

Sucedió todo lo contrario, porque ahora el Congreso está convertido en una casa de campaña y en una simple oficina de gobierno.

 

La prioridad ahora, no es otra que la posible candidatura del diputado presidente.

 

Anteriormente, se generó una gran expectativa, que se cayó, sobre la llegada del nuevo líder de la LXI Legislatura, el diputado de Morena Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien se hizo líder del Congreso únicamente por su gran amistad con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.

 

Y por eso, precisamente, ahora camina, se viste y habla como precandidato a la candidatura de su partido al gobierno del estado.

 

Alguien lo hizo creer que es un “gran operador político”.

 

Tal vez por eso ahora piensa que podría ser el próximo gobernador del estado.

 

Que bárbaro.

 

¿Hasta cuándo entenderá que el verdadero líder del Congreso local, quien decide los destinos legislativos, se llama Jorge Estefan Chidiac, uno de los diputados del PRI?

 

Porque todo mundo sabe que es Estefan el verdadero gurú legislativo poblano.

 

Al priista es a quien se le consultan los verdaderos temas legislativos de importancia, por su vasta experiencia y por su conocimiento en materia financiera y hacendaria.

 

El caso es que todo lo esperado por los trabajadores del Poder Legislativo en torno a Sergio Salomón se vino abajo.

 

En el Congreso se sigue viviendo el terrorismo laboral y la discriminación, pero ahora aumentados.

 

A los trabajadores los engañó vilmente, pues contrario a lo que les había prometido Céspedes Peregrina barrió con un buen número de ellos, la mayoría de confianza.

 

El llamado líder del Congreso, quien anda en franca precampaña por el interior del estado, ha dado órdenes de despedir a todos aquellos que no estén de acuerdo con sus imposiciones.

 

Y a los inconformes, a los despedidos de manera injustificada, ni los ve, ni los oye.

 

Que lejos están aquellas promesas de Salomón recién llegado al Congreso.

 

Para muestra uno de muchos ejemplos que iremos narrando y develando en Posdata en próximas entregas.

 

Esta vez el de la Maestra Martha Leticia Marañón Valle, quien laboraba como analista especializado en el Instituto de Investigaciones Legislativas, Financieras y Socioeconómicas “Gilberto Bosques Saldívar” del Congreso poblano.

 

La ahora ex empleada del Congreso fue víctima de la injusticia, del terrorismo laboral y del despotismo por parte de la actual administración que encabeza Sergio Salomón Céspedes.

 

Resulta que después de trabajar alrededor de 9 años fue despedida sin mayor argumento que “las órdenes del diputado presidente”.

 

Martha Leticia Marañón ingreso a laborar al Poder Legislativo a través de un examen de conocimientos y no por un “padrino político”, como regularmente se da en el Congreso; sin embargo, a pesar de ello y a la llegada de la administración de Sergio Salomón su empleo se convirtió en un verdadero infierno.

 

De entrada, el personal del Instituto de Investigaciones Legislativas fue enviado y arrinconado en la biblioteca, además que se impuso a Rubén Alejandro Paredes Castañeda como nuevo titular del organismo sin haber lanzado la convocatoria correspondiente, tal como lo exige la Ley Orgánica del Poder Legislativo y el Reglamento interior.

 

La ley se la pasaron por el arco del triunfo en el Congreso.

 

Y todo esto está plasmado en un oficio que la misma Leticia Marañón envió a Sergio Salomón, quien hizo caso omiso de todo lo que su ex trabajadora denunció y reveló sigue sucediendo en el Congreso.

 

La afectada narra que fue víctima de discriminación, de violencia laboral y de género, pues su jefe inmediato ya no la tomó en cuenta para nada, a pesar que realizaba su trabajo y entregaba a tiempo lo requerido.

 

En la queja incluso cuestiona a Sergio Salomón, a quien acorrala preguntando ¿En dónde está la igualdad laboral y los principios de orden y legalidad, y mi derecho de escalonar?

 

A pesar de ello, y de que rogó porque no la despidieran porque tiene una hija pequeña que mantener y educar, Sergio Salomón Céspedes, a través de su personal, la obligó a firmar su renuncia e incluso a colocar sus huellas digitales para asegurar que la salida era supuestamente una salida voluntaria.

 

¿Y así quiere ser candidato y luego gobernador?

 

¿En serio?

 

Que alguien le diga que primero haga justicia en el Congreso y luego que aspire al máximo cargo político en Puebla.

 

Pobre Congreso y pobres de sus trabajadores.

 

Y lo peor es que este caso, en particular, arrastra a muchos otros funcionarios que se dan golpes de pecho y que pegan el grito en el cielo disque cuando hay una injusticia laboral, o cuando se trata de los abusos contra una mujer como la Maestra Martha Leticia Marañón.

 

Por cierto, la queja fue copiada y entregada en distintas instancias internas del Congreso, y en dependencias donde supuestamente sus titulares están dedicados a defender los derechos humanos y de la mujer, cosa que no ha sucedido.

 

En la segunda parte de esta entrega abundaré más detalles del caso; un asunto que debió haber sido un escándalo por lo abusivo y asqueroso de los hechos.

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