En el Instituto Electoral del Estado (IEE) de Puebla parece que existe una maldición que no le permite transitar como un organismo libre de escándalos y corrupción.

Una maldición que ha hecho presas a casi todos sus consejeros presidentes.

Extrañamente, en el IEE el escándalo es el pan de todos los días, gestión tras gestión.

Recientemente, el instituto renovó la consejería que lo preside, por lo que asumió el cargo Blanca Yassahara Cruz García, apadrinada por ex vocal ejecutivo de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Puebla, Marcos Rodríguez del Castillo.

Sin embargo, la llegada de la nueva funcionaria electoral pasaría desapercibida si no es porque, dicen, empezó a analizar los enroques y movimientos en el IEE con miras a la gran elección que se avecina.

Cambios, juran y perjuran, que van a generar escándalo.

De entrada, si hay cambios, Cruz García debería empezar a poner atención en las direcciones y en las unidades técnicas del organismo.

Allí, por ejemplo, está apostada una funcionaria con pasado morenovallista, Christian Michelle Betancourt Mendivil, titular de la Dirección Administrativa, quien en su momento fue de todas las confianzas de la familia Moreno Valle.

Porque la funcionaria del IEE fue subdirectora de recursos materiales en Puebla Comunicaciones, donde estuvo un periodo muy corto debido a que sus exjefes pretendían nombrarla administradora.

Lamentablemente, el tiempo ya no les alcanzó por aquel trágico 24 de diciembre de 2018, aunque durante el gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido llegó de la mano de Fernando Alberto Crisanto a la Coordinación General de Comunicación Social y Agenda Digital.

Christian Michelle Betancourt se desempeñó como directora de actividades digitales, donde permaneció hasta la llegada de la administración del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien la despidió por su pasado moreonvallista.

Empero, posteriormente, la suerte le sonrió y en agosto del 2020 llegó al IEE impulsada por el Consejero Jesús Arturo Baltazar Trujano, donde logró colocarse como encargada de despacho de la Dirección Administrativa.

Fue allí donde el organismo electoral poblano empezó a ver desfilar y a estrenar funcionarios, con el patrocinio de la funcionaria morenovallista, particularmente en el manejo administrativo del IEE, donde amigos y conocidos, aseguran, empezaron a hacer negocio.

Un ejemplo de ello, ahora se sabe, es el abogado Eduardo Espejel Manjarrez, quien ingresó como proveedor de alimentos a dotar de provisiones y suministros a la propia Dirección Administrativa y al resto de las áreas.

Este “proveedor amigo”, señalan, se encargó de la distribución de comida durante el periodo de los registros de candidatos, del proceso electoral ordinario inmediato anterior, en el que hubo la necesidad de apoyar a muchos empleados.

Ya para la jornada electoral, los consejeros del IEE decidieron rechazar este servicio debido a que surgieron muchas quejas por parte del personal, quien alegó que los alimentos les estaban haciendo daño.

A pesar de ello, surgió otro “proveedor consentido”, quien de plano puede facturar lo que se le solicite, de nombre Antonio Hernández Munguía, especialista en servicios de mecánica y hojalatería

Aseguran que basta con echar un vistazo a lo facturado por la contraloría interna, si es que existe en el IEE, para dar cuenta lo consentido que está este distribuidor.

Se sabe, incluso, que tiene el control de casi todo lo que se compra en el instituto, desde el combustible para los vehículos oficiales los cuales son abastecidos mediante vales de gasolina, que deberían ser entregados al personal comisionado, pero que no es así, hasta el menor material.

Por cierto, que sucede algo extraño en relación a la gasolina que se compra por parte del IEE, pues el abastecimiento se realiza en una sola estación de gasolina, a través de los responsables de la actividad, de nombre Fausto Juan Ortega Ramírez y Marco Antonio Velázquez Celis.

Estos dos personajes son de la entera confianza de Christian Michelle Betancourt, por lo que están encargados de cargar gasolina a los vehículos del instituto.

Fuentes del propio organismo electoral aseguran que también hay gato encerrado en el gasto que se realiza para la compra de gasolina, por lo que habría que revisar los pagos, las facturas, los tickets y el recurso que se ocupa para ello.

Un remedio muy fácil para lograrlo es hacer un balance de los litros cargados contra el rendimiento de los kilómetros recorridos por los vehículos que son utilizados para las comisiones, por lo que podría descubrirse el chanchullo con que se opera en la dirección.

Y así nos podríamos seguir de frente con los nuevos escándalos en el IEE, porque hay muchos otros en otras áreas.

Ya les contaré.

A propósito ¿quién será el valiente que defienda a Cruz García?

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El correo de Posdata

Al correo de Posdata ingresó el siguiente mensaje, tal cual, que tiene que ver con la edición del pasado 23 de noviembre, intitulada “Los tentáculos de Marcos Rodríguez en Puebla”, y con la de hoy, relacionada con los nuevos escándalos del IEE:

La salida del Marcos Rodríguez del Castillo del INE, en realidad se dio por múltiples anomalías de índole administrativo que tuvo durante su trayectoria como funcionario electoral, no sólo en Puebla, sino también en su paso por las delegaciones del entonces Distrito Federal y Tlaxcala, en las que se le iniciaron procedimientos administrativos.

Lo anterior debido a que le gustaba contratar empresas “fantasma” durante sus años de “servicio”, y así obtener jugosos beneficios económicos, conocidos como “moches”, los cuales operaba con contratos a modo a través de adjudicaciones directas, como la que otorgó a la empresa “Linemart, productos, insumos y servicios”.

Resulta que a esta compañía, Marcos Rodríguez del Castillo decidió comprarle más de 15 millones de pesos, entre el 2019 y el 2021.

El asunto, llegó hasta el mismísimo secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, quien de plano le “recomendó” aprovechar el programa de retiro voluntario y salir por la puerta de atrás del INE lo más pronto posible, renunciando así a sus $123,288.04 mensuales netos que obtenía de salario.

Adicionalmente, se sabe que el órgano interno de control del INE, encabezado por Jesús George Zamora, iniciará una auditoria especial a la junta local de Puebla.

A propósito, Rodríguez del Castillo no está titulado de la Maestría en Procesos e Instituciones Electorales.

Y aquí es muy fácil constatarlo:

https://www.buholegal.com/consultasep/

[email protected]

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González