La FIFA ha tomado medidas para proteger a los futbolistas extranjeros afectados por el conflicto en Ucrania, permitiéndoles suspender sus contratos hasta junio de 2023.

A principios de este mes, Andriy Pavelko, presidente de la federación ucraniana de fútbol, reveló los detalles de las conversaciones mantenidas con la FIFA y la UEFA sobre la reanudación de los partidos masculinos y femeninos en el país de forma segura en agosto.

Los jugadores extranjeros contratados por los clubes ucranianos han huido en su mayoría desde que Rusia invadió el país en febrero, y no se sabe si volverán, en caso de que la liga se reanude dentro de dos meses.

Por ello, la FIFA permitirá a los jugadores y entrenadores tomar la decisión de retrasar su regreso, y sus contratos seguirán en vigor. La flexibilización de las normas es también un intento de castigar aún más a Rusia.