Está documentado y comprobado que los principales causantes de la escasez del agua en el estado, y en gran parte del país, y seguramente del mundo, son la industria, la falta de cultura para preservarla y la contaminación, es decir las empresas particulares y la ciudadanía en general.

Porque si bien la industria sobre explota los mantos acuíferos y extrae en cantidades escandalosas agua del subsuelo, también los poblanos tenemos la culpa de que el vital líquido se acabe.

Seguimos contaminando los ríos y lagunas a más no poder, generamos basura y la vertemos en los ríos, no nos educamos con una cultura de respeto.

La escasez del agua es muy peligrosa y las autoridades parecen estáticas ante el problema.

A propósito del socavón, registrado en la comunidad de Santa María Zacatepec, en Juan C. Bonilla, fenómeno que estúpidamente se ha convertido en un atractivo turístico y no en una grave alarma para la población, sería prudente encender los focos rojos.

Y el gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, debe estar al frente de la batalla por el agua.

En Puebla, por ejemplo, estamos en riesgo de sufrir “un estrés hídrico” en el mediano plazo, por la falta del agua y por la grave contaminación.

Medios de comunicación como Reto diario y e-consulta han documentado, en los últimos días, la gravedad del fenómeno, el cual se reflejó recientemente con la aparición de un socavón de más de 120 metros.

De acuerdo a los especialistas, por Puebla atraviesan los ríos Nexapa, Tuxpan, Necaxa, Cazones, Tehuacán, Jamapa, Mixteco y Atoyac, ubicándose en la región hidrológica de Balsas que desemboca en el Océano Pacífico.

Todos estos afluentes, TODOS, SIN EXCEPCIÓN,  registran un grado de contaminación que varía dependiendo los municipios que atraviesan, lo que hace que el Atoyac sea el que presenta el índice más alto de afectación en sus 400 kilómetros de longitud.

Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al documento denominado “Calidad del Agua Superficial” en México, realizado en 2019, los ríos, cuencas y presas de Puebla están en “semáforo rojo” por la “fuerte contaminación”.

El estudio señala que en el agua que circula por estos ríos existen grandes concentraciones de químicos como benceno, tolueno, etilbenceno y xileno, así como metales pesados y heces fecales además de bacterias coliformes.

Se estima que tan sólo al río Atoyac son vertidas al día 80 toneladas de contaminantes, 146 toneladas de materiales orgánicos, 62.8 toneladas de residuos sólidos que se quedan suspendidos en el agua y 14 kilogramos de metales pesados que generan un foco rojo de contaminación.

¿Y esto no es para preocuparse?

¿Alguien hace algo por evitar esta gravísima contaminación?

La federación, el estado, el municipio, ¿quién se preocupa por tan grande problema?

En la entidad, en la zona industrial y conurbada, hay empresas establecidas del ramo textil, automotriz, refresqueras, de combustibles y papeleras, que son las que más contaminan y las que más consumen agua pura.

Así es, muchas de ellas son las que generan  derrama económica, inversión y empleo en el estado, pero a un costo muy, muy alto.

¿Estarán perfectamente reguladas?

¿Contarán con justos permisos de extracción de agua en el Valle de Puebla?

¿Todas las empresas contarán con plantas recicladoras?

¿Cuántas de estas contaminan más gravemente el Atoyac y en qué medida?

Y la pregunta más importante, tal vez, ¿qué hace el gobierno al respecto?

Tan sólo en la junta auxiliar de Santa María Zacatepec, perteneciente al municipio de Juan C. Bonilla, existen cinco títulos de concesión para explotar los mantos acuíferos, lo que seguramente provocó el famoso socavón.

Y es que según datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda), de la Conagua, existen diferentes concesiones para la explotación del vital líquido uno de ellos es el que tiene Soapap y/o la empresa Agua de Puebla, que, junto con otros, como Bonafont, suman cinco títulos de concesión, los cuales se resultan en la extracción de 121 millones 649 mil 069 metros cúbicos de agua al año.

El problema del agua en Puebla, y en general en el resto del país, verdaderamente es grave.

Es mucha la corrupción alrededor del tema, la contaminación, la falta de una cultura para el cuidado del agua, del medio ambiente y de un escaso trabajo legislativo y legal para poder evitar la sobre explotación de los mantos acuíferos y las afectaciones a los bosques.

Porque la escasez del agua también se debe a la tala clandestina, a que se siguen depredando los bosques del volcán Popocatépetl y de la Malinche, por ejemplo.

Si los poblanos y las autoridades no nos preocupamos y nos ponemos a hacer algo por cuidar el agua y el medio ambiente nos la vamos a terminar, y nos vamos a lamentar.

Y entonces, sí, vamos a sufrir, y a disputarnos la vida por un vaso con agua pura.

Por eso vale la pregunta ¿y tú qué haces por cuidar y uno contaminar el agua?

 

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