Con la novedad de que no sólo habrá tres o cuatro aspirantes a la gubernatura del estado en 2024 por parte de Morena, ya que la baraja de personajes que pudieran competir por la candidatura, por méritos propios y por inercia política, se está abriendo a siete o hasta ocho.

Así es, y los nuevos personajes a los que el panorama, las circunstancias y la inercia política, insisto, los obligan a figurar como posibles abanderados de la 4T, de cara a la sucesión en el estado, ya están siendo mencionados y puestos en la palestra pública.

Y tampoco son tan descabelladas sus posibles candidaturas.

De hecho tienen buenas posibilidades.

De entrada, los ya mencionados son: el diputado federal y líder de la bancada de Morena en la cámara de diputados, Ignacio Mier Velasco; el senador y quien ha liderado el tema del litio a nivel nacional, Alejandro Armenta Mier, y Claudia Rivera Vivanco, exedil de Puebla capital.

Sin embargo, a esta lista sume usted a dos mujeres y a dos actuales secretarios más, integrantes del Gobierno del estado y personajes cercanos al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.

Las dos mujeres, activistas, políticas, funcionarias públicas, líderes sociales y reconocidas entre la familia de la 4T que ya empiezan a ser candidateables son: María Luisa Albores González, presidenta fundadora de Morena en Puebla y actual titular de la Semarnat federal, y Beatriz Gutiérrez Müeller, la mismísima esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y académica e investigadora de la BUAP.

Empero, al mismo grupo ya también hay que colgar al ducho, eficiente y siempre discreto secretario de Salud, José Antonio Martínez García, el más sensible de los actuales integrantes del gabinete barbosista, y al titular de la SEP, Melitón Lozano Pérez.

Vaya que si los dos son personajes que tienen un peso específico entre la grilla y la sociedad poblana.

A botepronto, podría decir que si Morena lanza una candidata y no un candidato, la 4T tiene muchas posibilidades de ganar porque generaría la percepción de impulsar a la primera gobernadora del estado, ya que la exmandataria difunta, Martha Erika Alonso Hidalgo, no pudo ejercer su gestión debido al mortal accidente que sufrió junto con su esposo.

Así que los poblanos, y las poblanas sobre todo, cobijarían muy bien a la posible abanderada.

Eso sí, habría que ver quién estaría enfrente como candidato o candidata de la oposición, de la alianza PAN, PRI, PRD.

Porque el único aspirante con paso firme para disputar la gubernatura en 2024 es el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, quien, está demás decir, si realiza un trabajo efectivo en la ciudad, como hasta la fecha lo realiza, se ganaría el boleto sin problema alguno.

A Lalo Rivera lo único que le hace falta es exposición en el interior del estado, porque la aceptación la tiene, incluso de las poblanas.

Tanto María Luisa Albores como Beatriz Gutiérrez tienen posibilidades como dos nuevas políticas con arraigo en el estado, cosa que algunos otros no tienen por varias razones, porque no son nacidos en Puebla o porque de plano la gente no los quiere.

La primera tiene muchos méritos porque fundó Morena e inició el movimiento obradorista en la entidad, el cual llevó a AMLO a la presidencia, por algo forma parte del gabinete federal.

Mientras tanto, Doña Beatriz, por supuesto, cuenta con todo el apoyo moral, social y económico. Simple y sencillamente el presidente AMLO no permitiría que su esposa perdiera una elección y menos la de Puebla.

Es más, si Gutiérrez Müeller fuese la candidata de Morena me parece que arrasaría a cualquier candidato que le pusieran enfrente, no habría ni siquiera quién quisiera enfrentarla.

Eso sí, tengo mis dudas si AMLO permitiría que su esposa fuese candidata porque me parece que habría un costo político muy alto que pagar.

Habría una campaña muy parecida a la de “la casa gris”, por aquello del favoritismo y beneficio a su familia.

Aunque Morena, la 4T y el gobernador Barbosa también tienen en su secretario de salud, José Antonio Martínez, a un buen posible candidato al gobierno ya que es el funcionario más efectivo del gabinete hasta el momento.

Incluso reconocido a nivel nacional por el Gobierno federal.

Y otro que hace sus pininos y bien pudiera figurar en la lista de aspirantes serios es Melitón Lozano, quien es un político muy meticuloso que analiza, vigila y mide con fórmulas su trabajo.

Y aunque no le desagrada la idea de poder ser candidato y gobernador, seguramente si no ve posibilidades se repliega.

Así que la baraja morenista creció y creció bien, por allí ya hasta se mencionó al titular del trabajo, Gabriel Biestro Medicinilla, quien aún trae consigo el estigma de la derrota ante Claudia Rivera en la disputa por la candidatura al ayuntamiento en la elección pasada.

Ya veremos cómo desenreda Morena esta maraña de cara al 2024 y a la sucesión.

 

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