Si los escándalos políticos y de corrupción en torno a los panistas poblanos que ocupan y ocuparon un cargo público siguen brotando a borbotones en el estado, la elección intermedia del 2021 se les va a complicar.

Y se les puede enredar tanto que en una de esas no lograrían recuperar ni siquiera el Ayuntamiento de Puebla.

Así de sencillo.

Si el PAN poblano no logra convencer -con hechos- a los ciudadanos que es el albiazul el que debe volver a gobernar la capital poblana, porque Morena ha resultado todo un fiasco, corre el riesgo de perder de nueva cuenta la elección local.

Así que sus dirigentes estatal y municipal, Genoveva Huerta Villegas y Jesús Zalvidar Benavides, respectivamente, deben de poner manos a la obra y empezar a tratar de revertir escándalos como el de Eukid Castañón Herrera y el de Guillermo Velázquez Gutiérrez en Atlixco para bien de su partido.

El primero de los casos, el de Eukid Castañón, vaya que es un tema delicado porque es el ex operador y brazo armado del sexenio morenovallista, un elemento que fue parte de su familia política.

Dicen las malas lenguas que el gobierno del estado y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del Gobierno Federal, ya cuentan con todo un expediente de casos y pruebas que evidencian los abusos de Castañón Herrera.

Casos que seguro saldrán a la luz una vez que se acorten los tiempos de cara a la elección del próximo año.

En el PAN, sin duda, saben quién es el ex brazo represor del ex gobernador poblano, por lo que les va a costar mucho trabajo deslindarse de él y de todas sus historias y anécdotas de terror en Puebla.

Y eso si es que piensan tomar su distancia de Eukid, por supuesto.

Así que si deciden dejarlo solo entonces deberían empezar por no defender lo indefendible, por no dar la cara por alguien que tiene tanta cola que le pisen. De lo contrario van a salir completamente raspados.

Sobre todo, porque no veo forma de defender a quien controlaba a todos los morenovallistas “por las buenas o por las malas”.

Me extraña incluso que existan panistas poblanos que saquen la cara por Eukid cuando él no toleraba a muchos de ellos, a quienes tildaba incluso de inútiles y pendejos.

¿A poco hoy lo van a defender?

Me parece que tendrían que empezar a deslindarse de su figura porque ya desde el cambio de gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, Eukid Castañón fue acotado, debilitado y hasta marginado del poder.

 

Ni el ex gobernador Tony Gali, ni la ex gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, lo toleraban por su prepotencia y excesiva violencia.

Así que, si los panistas no miden el problema y pretenden defender lo indefendible, insisto, les va a costar muy caro.

Otro gran problema y traspié que pudieran tener los políticos azules estriba en el mal gobierno de Atlixco y de la pésima gestión de Guillermo Velázquez, el edil de la región.

Sobre todo, porque Guillermo Velázquez estuvo en su momento ligado al mismísimo Eukid Castañón, quien pretendió refugiarse en aquel municipio y gobierno para no deslindarse del todo de la política poblana ante su huida al sur del país.

Recordemos que, ante el cambio de gobierno, luego de la muerte de los Moreno Valle, de Guillermo Pacheco Pulido a Luis Miguel Barbosa Huerta, Eukid Castañón leyó bien lo que pasaría políticamente en Puebla y anunció su retiro de la política disque para irse a refugiar con su familia y con sus proyectos personales a Quinta Roo, en donde algunas de sus empresas todavía operaban para aquel gobierno.

Sin embargo, poco tiempo después se descubrió que los tentáculos y la influencia del ex operador morenovallista estaban estacionados en la región de Atlixco, donde gobierna el PAN y Guillermo Velázquez.

En aquel momento, el PAN estaba definiendo candidato a la gubernatura del estado, por lo que la regidora Julieta Camacho denunció a Castañón Herrera, a través de un video en sus redes sociales, por amenazarla con arremeter contra ella si no apoyaba al edil de Atlixco en sus aspiraciones políticas.

El edil pretendía convertirse en el candidato al gobierno del su partido y dejar Atlixco, municipio por el que había jugado la presidencia municipal por al menos tres años.

El escándalo estalló y llegó hasta el Congreso del Estado, donde un buen grupo de diputadas se solidarizó con la regidora de Atlixco condenando los actos intimidatorios y misóginos del ex morenovallista.

El supuesto retiro de Eukid de la política poblana, se reveló, había sido toda una mentira.

Actualmente, el ex brazo armado del morenovallismo está en la cárcel, Guillermo Velázquez sigue intentando gobernar Atlixco y el PAN poblano parece metido en serios problemas.

Vamos a ver si los panistas entienden y saben manejar el inconveniente.

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