Hay más de 1.8 millones de trabajadores, entre los sectores de construcción, minería y automotriz, que se preparan para volver a sus centros de trabajo en los siguientes 15 días. Pero lo deberán hacer en el marco de la nueva normalidad que el COVID-19 está marcando, y en algunos casos se ha optado hasta por la instalación de mamparas en líneas de producción para evitar posibles contagios.

Las empresas de estos tres sectores ya se preparan para ello, y adecuan las medidas y protocolos exigidos por las autoridades federales para poder operar. Entre estas se encuentran el uso permanente de cubrebocas en las áreas de trabajo, así como la medición de la temperatura corporal, en algunos casos hasta dos veces al día a cada empleado, además de la desinfección de manos antes de entrar a las instalaciones.

En el caso específico de la industria automotriz, en aquellos casos donde es imposible que se mantenga la distancia social estipulada, por encima de 1.5 metros entre personas, hay compañías que han instalado mamparas en sus líneas de producción para evitar posibles contagios entre sus empleados.

También han optado por controlar el acceso y salida de personal de las instalaciones, para evitar las aglomeraciones de personas en dichos puntos. En las entradas aquellos trabajadores que presenten temperatura por encima de los 37.5 grados serán instruidos para que acudan a un médico para verificar su estado de salud; de igual forma los colaboradores con síntomas relacionados con afecciones en el sistema respiratorio.Para aplicar de la manera más efectiva posible las medidas de distanciamiento social, los horarios para las comidas también han sido separados, y en los comedores se han clausurado lugares para que se mantenga la sana distancia.