Dos colaboradores del gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, quienes forman parte de su círculo más cercano, y quienes, además, tendrían responsabilidades clave en la nueva administración pública, están volviendo locos a sus detractores.

Son, tal vez, los más golpeados y maltratados del equipo armentista en redes sociales.

No hay día en que no intenten fustigarlos y atacarlos.

Son los favoritos de los machacadores a sueldo.

Basta con que ambos utilicen las herramientas digitales, ya sea para postear una imagen o redactar algún mensaje institucional, para que una horda de bots, de los que los monitorean permanentemente, salgan, entren en acción, se les abalancen y los bombardeen con todo tipo de improperios.

Al puro estilo de aquellos operadores y piratas digitales del pasado.

Esos que amenazaban desde el anonimato y que hoy lo hacen contra Alejandro Armenta.

Los que se atrevieron en su momento a enviar mensajes sicilianos contra la prensa.

Los que tiraban el golpe y escondían la mano.

Su intención, por supuesto, es tratar de cortarles el paso a los actores en cuestión, provocarlos, desquiciarlos y meterlos a un juego perverso para que, según su tonta lógica se caigan.

¿Tanto es el odio y el coraje para con estos dos personajes?

Lo que no saben sus libelistas es que mientras más intenten difamarlos más los fortalecen.

Porque los dos, sin duda, están enfocados en sus respectivas responsabilidades, en sus tareas para el nuevo gobierno, en sus pendientes, pero sobre todo en dar resultados “Por amor a Puebla”.

Y es que tanto José Luis García Parra como Pepe Tomé saben perfectamente que durante los próximos seis años se van a tener que acostumbrar a nadar con tiburones.

No hay nada que les asuste, eso sí, porque tampoco son dos novatos que están por conocer las entrañas del poder; más bien ya están prestos para asumir la responsabilidad que el gobernador Alejandro Armenta les faculte.

Esto es así, porque como dijera el clásico, “el que no se quiera quemar, pues entonces que no se meta a la cocina”.

Sin embargo, no hay forma de que una persona que está dedicada y concentrada en su trabajo cometa errores garrafales que le pudieran costar su carrera política.

El Choco, como le dicen sus amigos a José Luis García, ya no ve, ni oye, para evitar mancharse y entrar en la guerra sucia que lo quieren meter, toda vez que la responsabilidad a su cargo es mucha como para echarla a perder por una estupidez.

La vida enseña y lo hace bien.

Afortunadamente, el cerebro de la operación de los bots siempre deja huella. Ni eso ha podido hacer bien.

En el caso de Pepe Tome, los bots que lo acosan y acusan no tienen repercusión alguna, muy al contrario, incentivan el trabajo y el quehacer profesional para mejorar previo al día cero.

Pobres de aquellos que quieren ver correr sangre utilizando sus bots, o que creen que van a incendiar Puebla, los medios y las redes con sus aseveraciones, con sus campañas negras.

Ni los emperadores, ni los reyes, ni los puros, ni los impuros van a lograr detener la avanzada armentista, equivocaron la estrategia.

Entre más golpean más legitiman.

Y como dicen que la vida es una rueda de la fortuna, seguramente pronto nos veremos, arriba y abajo.

Voy vengo.

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