Las autoridades de Puebla y Tlaxcala confirmaron la identificación de tres de los seis cuerpos encontrados en una barranca ubicada entre Nopalucan de la Granja (Puebla) y San Pablo Zitlaltepec (Tlaxcala). Las víctimas, originarias de San José Carpinteros, en el municipio poblano de Tepeaca, habían sido reportadas como desaparecidas desde el 27 de noviembre, cuando fueron secuestradas por un comando armado.

Entre los fallecidos se encuentran José Luis N. y César N., hermanos levantados ese mismo día, así como Antonio N., también secuestrado en la misma comunidad. Sus identidades fueron corroboradas por familiares, quienes exigieron justicia y mayor seguridad ante la gravedad del crimen.

El hallazgo ocurrió luego de que un trabajador agrícola alertara al número de emergencias 911 sobre la presencia de un cuerpo en un paraje conocido como Rancho de la Virgen. Al acudir, policías tlaxcaltecas descubrieron que los cadáveres estaban dispersos entre ambas jurisdicciones, por lo que solicitaron el apoyo de autoridades poblanas. Inicialmente se manejó la cifra de siete víctimas, pero posteriormente se confirmó que se trató de seis hombres.

En paralelo, en Xaloztoc, Tlaxcala, fue localizada una camioneta Ford Explorer blanca, abandonada y con identificaciones de los desaparecidos, además de cartuchos percutidos y útiles, lo que se convirtió en un indicio clave para vincular el vehículo con el levantón ocurrido en Tepeaca.

Aunque todavía no se han determinado las causas exactas de la muerte –la necropsia se realizará en las próximas horas–, líneas de investigación apuntan a una posible disputa entre grupos delictivos dedicados al robo de gas LP, transporte de carga y narcomenudeo en la región limítrofe entre Puebla y Tlaxcala.

La presidenta municipal de Zitlaltepec, Gudelia Palma, confirmó en un comunicado que todas las víctimas eran originarias de Tepeaca. A su vez, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado de Puebla informó que trabaja en coordinación con autoridades tlaxcaltecas para esclarecer el caso y dar con los responsables.

Los cuerpos permanecen en la morgue en espera de los estudios forenses, mientras que los familiares demandan que el crimen no quede impune.