El reciente linchamiento de tres hombres en San Juan Amecac, en el municipio de Atzitzihuacan, en el sur del estado de Puebla, ha encendido las alarmas sobre la creciente inseguridad y el hartazgo social.
En este contexto, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, calificó el hecho como “grave y delicado”, señalando que este tipo de eventos son consecuencia de la desesperación de las comunidades ante la violencia.
“Las comunidades a veces están cansadas, a veces están cansadas de tanta inseguridad y lo que pasó ahí en el municipio de Atzitzihuacan fue muy delicado, fue grave”, afirmó el arzobispo durante la presentación de la Feria Guadalupana en el Seminario Palafoxiano.
El sábado 7 de diciembre, tres hombres acusados de secuestro y robo fueron linchados por una turba en la comunidad de San Juan Amecac. Dos de ellos fueron quemados vivos y un tercero colgado de un poste en el cerro Tehuinto. Según la Secretaría de Gobernación del estado, uno de los principales incitadores habría sido un policía auxiliar local.
El Gobierno del estado condenó los hechos y aseguró que colaborará con la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer lo sucedido y sancionar a los responsables.
“El Gobierno del Estado reafirma su compromiso por garantizar el Estado de Derecho y que cualquier delito sea sancionado conforme a la ley”, señaló la administración de Sergio Salomón Céspedes Peregrina en un comunicado oficial.
Sánchez Espinosa subrayó que el tema de la seguridad debe ser una prioridad para el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta.
“El tema de la seguridad tendrá que ser una prioridad para el gobierno entrante (…) A nivel nacional, a nivel estatal, siempre hemos denunciado la violencia, la inseguridad que estamos viendo en nuestra patria, en nuestro estado, y lo seguiremos haciendo”, expresó.