El entrenador del Mallorca, Javier Aguirre, ha aguantado a duras penas la emoción en la despedida oficial que el club balear le ha dispensado este jueves en el estadio Son Moix: “No me quiero romper, debo aguantar como un bribón”, dijo el entrenador mexicano intentado contener las lágrimas.
La entidad bermellona no ofreció al “Vasco” la renovación de su contrato tras dos temporadas y media en las que cumplió todos los objetivos que le plantearon.
Aguirre, escoltado por los consejeros delegados de Fútbol y Negocios, Pablo Ortells y Alfonso Díaz, respectivamente, y acompañado por miembros de su equipo técnico, su esposa y los jugadores Antonio Raillo y Pablo Maffeo, no hizo ninguna alusión a las circunstancias que habían provocado su marcha del banquillo balear.
“Me he ido de muchos clubes, pero en silencio. Uno se va y ya está. Me sorprende esta despedida y agradezco las palabras de Pablo y Alfonso. Queda el trabajo, siento el calor de la afición y el respeto de todos ustedes”, valoró Aguirre dirigiéndose a los medios de comunicación.
Tanto Ortells como Díaz elogiaron la figura de Javier Aguirre. “Dejas huella en el mallorquinismo y siempre estarás en nuestros corazones”, aseguró el director de Fútbol, quien fue el encargado de comunicarle al técnico que no le renovarán el contrato que vence el 30 de junio.
“Gracias por haber venido en momentos complicados (marzo de 2022) porque bajábamos a Segunda. Tú y todo tu equipo habéis sido unos grandes profesionales. Nos hemos estabilizado en Primera después de estar muchos años en categorías distintas. Te deseamos la mejor de las suertes”, concluyó Ortells.