El partido Morena en Puebla, junto con sus líderes y representantes, ya empezó a entender cómo se hace política profesional y fina, la que puede y debe dar resultados en tiempos electorales, particularmente.
Y es que ayer se llevó a cabo el primer Consejo Estatal morenista con presencia de medios de comunicación, con los integrantes de todas las expresiones, así como de sus aliados y de quienes verdaderamente controlan el partido.
El consejo lo encabezaron, desde luego, el gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, y el senador Alejandro Armenta Mier, quien fue ratificado como candidato a la gubernatura de Puebla para las elecciones de este año por la coalición “Seguimos haciendo historia”.
Fueron 143, los consejeros de Morena que ungieron y aplaudieron, ahora sí, a Alejandro Armenta como su gallo al gobierno para los comicios del próximo 2 de junio.
Cosa rara, esos consejeros morenistas fueron los mismos que rechazaron la posible candidatura de Armenta, a quien ni siquiera incluyeron en el grupo de aspirantes que designaron –en un primer momento– como favoritos para hacerse de la coordinación que, a la postre, les arrebató el senador.
Allí estuvo el malogrado y mal llamado “joven maravilla”, el presidente del Consejo de Morena, Andrés Villegas Mendoza, cuyo único logro político personal es, precisamente, ser quien coordina los trabajos del máximo órgano del partido de la 4T.
También se vio a la presidenta del partido, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, quien hace lo que puede para representar al partido que le heredó el exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
Lo mismo, hizo acto de presencia la viuda de Barbosa, Rosario Orozco, quien también heredó la representación de su marido por parte del ya minúsculo grupo barbosista en Morena en Puebla.
Allí también apareció el empresario José Chedraui Budib, mejor conocido como Pepe Chedraui, y quien se perfila como el próximo candidato de Morena en la capital.
También asistió la ahora famosa Ana Elizabeth García Vilchis, la protagonista de la sección “Quién es quién en las mentiras” de las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Estuvieron representantes de los partidos que integran la coalición Morena-PT-PVEM-Panal-FxM, además de personajes que antes se odiaban, que no se podían ver ni en pintura, pero que ahora ya son amiguis.
Se pudo ver en el Consejo de Morena a un Ignacio Mier Velazco, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, seco, serio y muy pensativo, con cara de muy pocos amigos.
Eso sí, la borregada morenista, controlada hasta el día que Alejandro Armenta fue designado candidato al Gobierno de Puebla, por Julio Huerta Gómez, el primo incómodo de Miguel Barbosa, estuvo muy animada, mostrado su dizque simpatía por su nuevo gallo.
Todo mundo aduló, agasajó, vitoreó y abrazó a Armenta, quien le ha mostrado a Morena, desde que fue designado candidato al Gobierno de Puebla, cómo hacer política de la buena.
Sin ir tan lejos, desde que el senador y candidato tomó el control del partido las cosas han cambiado totalmente, toda vez que ahora sí tiene orden, organización y exposición mediática.
Morena ahora sí parece el partido en el poder, porque antes caminaba a ciegas, al “ahí se va”, y bajo las ideas y ocurrencias de quienes lo controlaban, porque hay que decir que al partido lo tenían secuestrado y lo administraban como un mero negocio.
Afortunadamente para Armenta, poco a poco ese Morena se ha ido diluyendo.
Al partido de la 4T ya solo le falta terminar de definir sus candidaturas, principalmente la del Ayuntamiento de Puebla, pues Mario Riestra Piña y la coalición opositora ya les llevan mucha delantera.
Así se llevó a cabo el Consejo Estatal morenista, en el que por fin se reconoció a Alejandro Armenta como su principal candidato, y en el que 143 consejeros recularon y después de odiarlo, ahora sí ya lo amaron y aceptaron.
¡Tómenla!, dijera el clásico.