La morenista mejor posicionada en el estado, Claudia Rivera Vivanco, ya redujo a dos la pelea por la candidatura de su partido al Ayuntamiento de Puebla.

Así es, a una disputa personal entre ella y el empresario José Chedraui Budib, mejor conocido como Pepe Chedraui.

Y lo hizo ayer que anunció su registro como aspirante a precandidata para la capital, a la par de su inscripción a la justa por el Senado de la República, de cara al 2024.

De esta forma, la exedil terminó con las aspiraciones de los supuestos morenistas puros, quienes le disputan la candidatura a Pepe Chedraui, amigo del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el mejor posicionado en las encuestas.

Porque habrá que recordar que Claudia ocupó el tercer lugar en las encuestas de Morena para la definición de su candidato a la gubernatura del estado, donde el ganador fue el senador Alejandro Armenta Mier, actual coordinador de los comités de defensa de la 4T.

El segundo lugar, como todos saben, lo obtuvo el diputado federal Ignacio Mier Velazco y la tercera posición, Claudia Rivera.

De esta forma, la lucha por la candidatura en el municipio más importante de la entidad, insisto, se reduce solo a dos personajes, Claudia y Pepe.

Por lo que, en automático, ni Nora Merino Escamilla, ni Alejandro Carvajal Hidalgo, ni Rodrigo Abdala Dartigues, ni mucho menos José Antonio López, tienen más que hacer.

Más bien, deberían ya estar negociando candidaturas a diputados locales o federales, porque de lo contrario se van a quedar bailando por segunda ocasión.

En el caso de Carvajal, él tendría que buscar la forma de repetir en la diputación para evitar quedarse chiflando en la loma.

Porque Claudia Rivera trae números, tal vez menores a Pepe Chedraui porque a la gente no se le olvida su desastrosa gestión, pero al fin competitivos como para luchar y negociar algo a cambio de ceder.

Falta saber si el gobernador del estado y el propio Alejandro Armenta se inclinarían por ella para que fuese la dupla del senador, quien requiere de un candidato o candidata competitivo para poder aspirar a ganar la capital de forma holgada.

Al final, lo que busca Armenta es alguien que le garantice votos y más votos.

La pregunta es: ¿permitirá el gobernador que dejen fuera a su gallo en la ciudad?

¿O será Claudia Sheinbaum Pardo, la precandidata de Morena a la Presidencia de la República, la que decida?

Pepe, hay que decirlo, ha sabido tejer fino y ha generado la percepción de que es el favorito para Morena, aunque sea un personaje externo, si es que la 4T quiere competirle fuerte a la oposición y a Mario Riestra Piña, el futuro abanderado.

No hay duda de que Morena debe pensar en el contrario para definir a su candidato, en las encuestas, en los pros y los contras, en los negativos y positivos, pero, sobre todo, en la cohesión y unidad que pudiera generar el o la candidata.

Morena no puede equivocarse.

Porque de lo contrario corre el riesgo de la derrota, y eso perjudicaría directamente a su más fuerte candidato, Alejandro Armenta.

¿Quién suma a los morenistas en la capital?

¿Quién podría lograr la tan anhelada unidad?

¿Pepe o Claudia?

¿Quién de los dos garantiza el triunfo?

Ahora bien, ¿qué les van a dar a los perdedores a cambio?

Armenta, aseguran, no se va a meter en la definición del abanderado de su partido por la capital, pero debería hacerlo porque está en riesgo la elección completa.

Los morenistas, insisto, tienen que tejer fino.

No se pueden equivocar.

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