Arropado por los protagonistas del Frente Amplio por México (FAM), el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, por fin se destapó como el futuro abanderado de la oposición al Gobierno del estado.
Y lo hizo frente a por lo menos 10 mil de sus simpatizantes y seguidores, quienes reventaron el Auditorio GNP Seguros, y quienes lo vitorearon e impulsaron al grito de “¡Lalo gobernador!, ¡Lalo gobernador!, ¡Lalo gobernador!”
El edil capitalino se soltó el pelo y, ya sin titubeos, advirtió en el discurso político de su segundo informe de gobierno:
“No es el momento de dudas, no es el momento de miedos, es el momento de certezas, es el momento de la valentía. Y s ustedes quieren que me la juegue por una mejor Puebla, y si ustedes quieren que me la juegue por un mejor México, saben que cuentan conmigo.
“Vamos juntos, estoy listo, amigas y amigos, ¡estoy listo, Puebla! Y si estamos unidos en este alto propósito, y este ánimo contagia a millones allá afuera, estoy seguro que lo vamos a lograr.
“Porque van a temblar nuestros adversarios con esta fuerza y con esta pasión, porque vamos a vencer, porque vienen mejores tiempos para Puebla, porque vienen mejores tiempos para México”.
Muy atentos estuvieron al discurso de Lalo los dirigentes partidistas que integran el FAM, encabezados por Claudio X. González, el cerebro y verdadero operador de la oposición en el país.
Allí se les vio muy animados y relajados a los dirigentes nacionales del PAN y el PRD, Marko Cortés Mendoza y Jesús Zambrano Grijalva, quienes junto con Xóchitl Gálvez, la virtual candidata presidencial del FAM, presenciaron el destape del edil panista, su hombre más competitivo en Puebla.
Fue un domingo redondo para Eduardo Rivera, pues incluso contó con la presencia del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien lo acompañó durante la primera parte de su informe, en la sesión de Cabildo en el Ayuntamiento de Puebla.
Lo mismo hizo el presidente del Congreso del estado, Eduardo Castillo López, funcionarios, regidores e invitados especiales.
Así, Eduardo Rivera se destapó para erigirse como el futuro candidato a la gubernatura del estado por el FAM, sin saber siquiera quién será su contrincante en los comicios del 2024.
Eso sí, ya lanzó el reto y amenaza a Morena de que va con todo por Puebla, por lo que la 4T va a tener que lanzar a su mejor figura para tratar de retener la gubernatura del estado.
Y es que Lalo es, desde luego, un político muy competitivo, que sabe hacer campaña y que tiene la capital a su favor.
Va a ser muy interesante saber quién será, en definitiva, quién lo va a acompañar como dupla en la capital, aunque se dice que Mario Riestra Piña, diputado federal del PAN, está prácticamente amarrado por sus números.
En las encuestas aparece muy por encima de otros personajes como Ana Teresa Aranda, quien no es muy bien vista por la plana mayor panista debido a que habría sido identificada negociando con Morena.
No hay otro panista, priista o perredista mejor posicionado que Mario Riestra, por lo que el FAM tendría que jugársela así para evitar perder la capital.
En este escenario, la oposición parece que llevaría ventaja, pues no tuvo que haber un proceso tan complicado como en Morena para definir a sus futuros candidatos.
Porque en la 4T existe el riesgo de que su partido se fracture en la definición final tanto de su abanderado al Gobierno como a la capital, toda vez que hasta hoy no hay un acuerdo que garantice que los aspirantes de la 4T no jugarán las contras si no salen beneficiados.
Para el Gobierno del estado en Morena hay siete aspirantes: Ignacio Mier Velazco, Alejandro Armenta Mier, Claudia Rivera Vivanco, Julio Huerta Gómez, Olivia Salomón Vivaldo, Lizeth Sánchez García y Rodrigo Abdala Dartigues.
La guerra entre los siete ha sido el pan de cada día en Morena y en el estado, por lo que se antoja difícil que al final se den la mano.
Mientras que por la capital Morena no la lleva fácil, pues su caballada está muy flaca, ya que los aspirantes que supuestamente “más brillan” ni siquiera son de sus filas sino del PT: José Antonio López Ruiz, cuñado de Ardelio Vargas Fosado, excolaborador de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, declarado culpable de narcotráfico y delincuencia organizada en Estados Unidos, y Nora Merino Escamilla, también diputada local.
El personaje con mejores números, y quien, se dice, podría ir por Morena, es el empresario Pepe Chedraui, amigo cercano del gobernador Sergio Salomón Céspedes, y quien en una de esas podría ser el alfil externo de la 4T por negociación del mandatario.
Por lo pronto, el PAN y el FAM ya tienen a su futuro candidato en Puebla, así que vayan haciendo sus apuestas.
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