Luego de haber sido perseguida, amenazada y obligada a abandonar Puebla para evitar la cárcel, la familia de José Antonio Gali Fayad, el exedil y exgobernador de Puebla, está de regreso en el estado y viene por la revancha.

Y no solo eso, ya tienen el visto bueno del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina para poder hacer política abiertamente y sin restricciones, en plena libertad.

Tony Gali López, exdiputado local, exfuncionario estatal y ahora coordinador de Manuel “El Güero” Velasco Coello, exgobernador de Chiapas y aspirante a la candidatura de Morena a la Presidencia de la República, es quien representa a la familia Gali.

Tony Jr., como también se le conoce, ya mostró ayer que la marca “Tony Gali”, la que le dio todo en la política a su familia, está vigente.

De sobra está decir que Tony Gali papá fue un fenómeno político en el estado por su carisma, por su sencillez, por su perfil como un político humano, caritativo y humilde, muy cercano a la gente.

Si bien los Gali se encumbraron gracias al morenovallismo, habrá que reconocer que ellos también se enfrentaron, distanciaron y reconciliaron en su momento con Rafael Moreno Valle Rosas, exgobernador poblano.

Los motivos fueron varios, las formas y el estilo de gobierno, así como las decisiones tomadas en el estado sobre temas como seguridad, gasto, distribución de la riqueza y el apoyo y beneficio a los poblanos.

Rafael siempre fue un gobernante duro, mientras que Tony Gali vio más por la gente.

Empero, el trato entre Tony Gali papá y el actual gobernador, Sergio Salomón Céspedes, siempre fue de camaradería, de respeto y de trabajo conjunto.

A ello se debe el regreso de los Gali a Puebla.

Y es que el mandatario es un hombre de lealtades, que reconoce a quien lo apoyó en su momento, pero, sobre todo, de trato, de diálogo y de respeto.

Todo lo contrario, evidentemente, al barbosismo y a su demencia.

Por ello, los Gali vienen por la revancha.

Afortunadamente, todos y cada uno de ellos puede caminar por las calles de Puebla con la frente en alto, porque lo que hizo el barbosismo fue una persecución ilegal, absurda, sin argumentos y que salió de la perversidad con que se gobernaba.

Eso sí, la familia Gali sabe hoy quién es quién en la arena política poblana, en el círculo rojo, en los medios, en los partidos políticos, en los distintos poderes y niveles de gobierno.

Porque los Gali perdonan pero nunca olvidan.

Su fortaleza, como siempre ha sido, es el apoyo de la gente.

No vienen a regatear apoyo, ni espacio, ni a molestar a nadie, ni mucho menos, únicamente a seguir trabajando por Puebla, por su marca y por su gente.

Los agravios quedaron atrás porque es mejor mirar hacia adelante, y la familia Gali lo sabe.

Allí están las imágenes del primer evento multitudinario organizado por Tony Gali Jr. al “Güero” Velasco.

Las imágenes son elocuentes y hablan por sí solas.

Los Gali están de regreso y vienen por la revancha.

Sus actos van a ser un buen termómetro para medir su marca.

De entrada, ayer Tony chico reunió a más de mil personas, de todos los niveles y estratos sociales, para apoyar al “Güero” Velasco y le fue muy bien.

El mismo aspirante del Verde a la presidencia quedó impactado.

Y como dicen que favor con favor se paga, también él está convencido de que Tony Jr., junto con el resto de su familia, representan una marca que vende muy bien políticamente en Puebla.

El apoyo, sin duda, será mutuo.

Así que nadie dude que los Gali, particularmente Tony Jr., estarán en las boletas de la próxima elección de 2024.

¿Qué podría buscar?

La respuesta es muy sencilla, Tony Gali, quien logró posicionarse como uno de los políticos poblanos de más queridos, fue presidente municipal de Puebla y gobernador del estado.

Por qué no pensar, entonces, que si el Partido Verde va solo en la elección, va requerir de candidato propio para el Ayuntamiento de Puebla y para el Gobierno del estado.

Y sí, es allí donde se tendría que valorar la marca Tony Gali.

Bien dicen, lo mejor para Puebla está por venir…

 

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Sí va, Lalo Rivera

Ahora que el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, por fin se sentó a dialogar, negociar y acordar con el líder nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, el futuro político de su partido en Puebla, sería bueno que defina de una vez su futuro político.

Porque ya solo le falta eso, confirmarlo personalmente.

Y es que si los mensajes políticos y públicos, en redes, enviados ayer por ambos panistas no se equivocan, parece un hecho que Lalo será el candidato de la oposición al Gobierno de Puebla.

Y está bien, porque mientras el PAN permanezca en la indefinición, Morena y la 4T siguen tomando delantera.

Porque en el colectivo imaginario local ahora solo existen las corcholatas locales de Morena.

Hasta hoy se habla en los medios y en las ocho columnas de los primos Mier, Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, de Julio Huerta Gómez, de Claudia Rivera Vivanco y de algunos otros personajes menores.

¿Y dónde queda la oposición?

¿Dónde diablos está Lalo Rivera?

Ya era hora de que se decidiera.

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