Durante mucho tiempo, el tabaco fue una práctica normal en nuestras vidas. Los deportistas de alto rendimiento lo consumían sin restricciones, los cigarrillos eran un elemento imprescindible en las películas y los restaurantes solían estar llenos de humo. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo, los espacios para los fumadores se redujeron y la lucha contra el tabaquismo se convirtió en una batalla constante, destacada en el Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra cada 31 de mayo.

En México, esta lucha se ha convertido en una prioridad. Poco a poco, las personas consumidoras de tabaco han sido impulsadas hacia espacios privados, brindando a los no fumadores un ambiente libre de humo. En 2009, la Ley Antitabaco cerró las puertas al cigarro en edificios públicos, restaurantes, bares, discotecas y otros lugares. En el 2023, resulta imposible presenciar a alguien fumando en estos espacios.

Aunque existieran alternativas, como salir a terrazas o balcones, o fumar en la entrada, estas opciones se eliminaron por completo en enero de 2023, con la entrada en vigor del nuevo Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco. Entre otras medidas, se establece la prohibición total de toda forma de publicidad relacionada con el tabaco y de fumar en zonas de alta concurrencia, como parques, áreas abiertas en establecimientos de comida, estadios y auditorios, incluso si se trata de lugares al aire libre .

Además, la capital del país ha ido más allá de las disposiciones federales. Desde el 1 de junio de 2022, el Gobierno de la Ciudad de México ha anunciado calles específicas donde está prohibido fumar, especialmente en el Centro Histórico, como el Zócalo, la calle de Madero o la 20 de Noviembre.

El Día Mundial Sin Tabaco se estableció en 1987, cuando la Asamblea Mundial de la Salud dejó de conmemorarlo. Su objetivo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es llamar la atención sobre la epidemia de tabaquismo y sus efectos mortales.

La OMS destaca que esta celebración ofrece la oportunidad de transmitir mensajes concretos relacionados con el control del tabaco y promover el cumplimiento del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.

¿Y cuál es la razón detrás de esta lucha?

El consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria. Según la OMS, cada año más de ocho millones de personas mueren debido a enfermedades relacionadas con el tabaquismo, que incluyen 10 tipos diferentes de cáncer y más del 50 por ciento de las enfermedades cardiovasculares.

Los beneficios de dejar de fumar son casi inmediatos. Según expertos en salud, después de abandonar el hábito, la frecuencia cardíaca y la presión arterial comienzan a disminuir. Los pulmones también comienzan a sanar y, si no hay daño estructural, tienen la capacidad de recuperar su estructura original.

A largo plazo, las probabilidades de morir por cáncer de pulmón se reducen a la mitad después de 10 años sin fumar. Además, el riesgo de desarrollar cáncer de boca o páncreas disminuye sustancialmente.

¿Ha considerado dejar de fumar?

Tomar esta decisión puede hacerle un gran favor a tu cuerpo ya tu familia, regalándole unos años más de vida.