El ex gobernador priista de Puebla Melquiades Morales Flores es uno de los políticos más codiciados por los aspirantes a la candidatura de Morena al Gobierno del estado en 2024.
Todos lo buscan y todos, también, se quieren sentar con él.
Piensan que sus sabios consejos, su estructura, su imagen, su aceptación y penetración entre la gente es un don que puede transmitirse por telepatía o por un cálido abrazo de caguamo.
No es así.
Don Melquiades, uno de los exgobernadores más sabios que ha tenido el estado, por aquello de que sus cientos y miles de compadres lo quieren y lo apapachan en Puebla, a todos les ha dicho que sí, pero no les ha dicho cuándo.
Tal cual, como todo un profesional de la política.
Y es que el exmandatario, no hay duda, es el líder moral del PRI con mayor relevancia.
El exmandatario, además, conoce a los principales aspirantes a la gubernatura perfectamente, incluso podría asegurar que sabe de qué pie cojean.
Es por ello que Melquiades Morales ha asistido a las reuniones sociales y políticas que le han formulado quienes quieren llegar a la silla principal de Casa Aguayo, esa en la que él ya estuvo ordenando.
El fin de semana recién concluido coincidió y platicó con el senador Alejandro Armenta Mier en el festejo de la hija menor del director de Comunicación del legislador, Pepe Tomé, quien además es su compadre.
Al evento, Don Melquiades Morales asistió con la familia completa y mostró que sus afectos están con el legislador y el periodista.
Empero, trascendió que en su charla con Armenta le garantizó que, de convertirse en el candidato al Gobierno, allí estará para orientarlo en cualquier situación que se ofrezca.
Ya sea en el PRI o en Movimiento Ciudadano, donde despacha su hijo, Fernando Morales Martínez.
Porque dicen que Melquiades aseguró con Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) todo puede pasar.
¿Qué tal?
Y aunque la estructura de Don Melquiades está casi extinta, ya que se hizo gobernador en 1999 y dejó el cargo en 2005, hace 18 años, su apellido aún pesa.
Además, desde entonces ha sucedido de todo en la política aldeana, particularmente la derrota del PRI, provocada por el morenovallismo y luego el caos generado por Morena.
De más está decir que Melquiades es un animal político en toda la extensión de la palabra, toda vez que ha sido casi todo por su partido, el PRI.
Sin embargo, el exmandatario ya también se reunió con el futuro candidato de la oposición, si es que no sucede algo extraordinario, con el actual presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, con quien desayunó hace poco menos de 20 días.
El edil le comentó sus intenciones de convertirse en abanderado al Gobierno en 2024, por lo que le solicitó su apoyo y sus consejos como uno de los priistas más destacados en el estado.
En su encuentro, aseguran, hablaron de la posible coalición encabezada por el PAN, y por la que se pronunció Morales Flores, a pesar de que su reunión no se hizo pública.
El colmillo melquiadista salió a relucir y mostró que sigue siendo un político vigente que está en el ánimo de los actuales gobernantes y aspirantes poblanos, sean del partido que fueren.
Y habrá que recordar que recientemente Melquiades Morales también estuvo con Ignacio Mier Velazco, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados federal y otro de los aspirantes al Gobierno de Puebla, en la celebración del 492 Aniversario de la Fundación de Puebla.
La presencia del exgobernador en la Cámara baja del Congreso de la Unión generó todo tipo de comentarios sobre un supuesto apoyo abierto de su parte a Nacho Mier, de cara al 2024.
Eso sí, Don Melquiades les ha recomendado a todos los aspirantes que los políticos deben actuar fríos –en el triunfo y en la derrota–, siempre con una bolsa de hielos en la cabeza.
Porque si no quieren quemarse, entonces que no se metan a la cocina.
Ni más, ni menos.
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