Eduardo Rivera Pérez se ve en el espejo de Claudia Sheinbaum y sabe que no debe cometer los errores que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

La crisis política en la que está hundida la jefa de Gobierno es el resultado de una mala planeación política rumbo al 2024.

Mientras Claudia recorrió buena parte del país, llenó de bardas cientos de ciudadanos y utilizó espectaculares para ganar posicionamiento, olvidó que no es candidata, es jefa de Gobierno y descuidó su principal tarea: cumplir con sus obligaciones con la gente de la capital del país.

Por eso, las fallas ocurridas en las últimas semanas provocaron una grave crisis en el proyecto de Claudia, debido a que los habitantes de la CDMX le reclaman y reprochan que no hace su trabajo por andar en campaña y descuidar sus responsabilidades.

Las muertes, los heridos y todo lo que ha ocurrido en el metro de la CDMX se atribuye a Claudia Sheinbaum directamente, debido a que ese es su trabajo, no andar en la campaña.

Por eso perdió la mitad del territorio de la capital del país y si sigue cometiendo errores se quedará sin la candidatura a la Presidencia en el 2024.
Eso es lo que Lalo Rivera evita a toda costa.

Es cierto que el alcalde no sale a giras de promoción los fines de semana, ni se reúne públicamente con sus simpatizantes que tiene al interior del estado.

Pero tampoco lo atacan por descuidar su trabajo y, por el contrario, se mantiene como el mejor posicionado entre los aspirantes por los resultados que ha dado en el Ayuntamiento de Puebla.

Esa fórmula es la correcta.

La gente de la ciudad de Puebla y de la zona metropolitana son la clave para ganar la gubernatura en el 2024 y Lalo lleva ventaja en esta parte del estado.

Ya en el 2024 cuando sea la campaña, entonces sí podrá llegar con su propuesta de Gobierno hasta el último rincón de Puebla pero con resultados en la mano.

La mejor carta de presentación de Eduardo Rivera ante los ciudadanos son los resultados como gobernante.

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