Igual o peor que la selección mexicana en el Mundial de Qatar 2022, el Club de Fútbol Puebla de la Franja atraviesa, por enésima ocasión, su peor momento.
¿O debo decir: por otro más de sus permanentes peores momentos?
Porque si la desgracia de la mentada selección, esa que fracasó en el mundial, es grande, la situación en la que está hundido el equipo de fútbol profesional de Puebla es peor.
Podría decir, incluso, que el Puebla está en un problema más jodido que el de la selección nacional, a la que nuevamente muchos mexicanos han bautizado como “la decepción mexicana”.
Y es que todos los especialistas en fútbol lo dijeron: la selección del Gerardo, “Tata”, Martino es un verdadero tronco, un fracaso anticipado que mostrará su ridículo en el Mundial de Qatar, y así fue.
No hubo ni quinto ni cuarto partido, y México no había tenido una participación tan deshonrosa como la actual, desde el Mundial de Argentina en 1978.
¡Qué pena!
Empero, volvamos al Puebla de la Franja, ese equipo que, igual que la selección “juega como nunca pero pierde como siempre”, que sólo ilusiona a su afición una vez más, pero le vuelve a quedar mal.
Resulta que al gran y flamante equipo del Puebla otra vez se desarmó, y esta vez se quedó sin el afamado y mañoso Nicolás Larcamón, su ahora ex director técnico, quien engañó a la afición poblana con el cuento de que se iba a su casa a descansar y a dizque a disfrutar a la familia, pero en realidad estaba negociando su llegada al Club León.
Y hay que subrayarlo, el Puebla no se pierde de nada porque con Larcamón tampoco ganó absolutamente nada.
Sólo fue la fama, el suspenso, la emoción y la expectativa de los partidos del Puebla en las liguillas en las que participó, pero de las que siempre fue eliminado.
Larcamón es el DT del “ya merito”.
Dicen incluso que Nicolas le devolvió al Puebla la emoción y la ilusión, aunque me parece más bien que eso lo hizo la afición porque, insisto, el equipo no ganó una chingada.
Hoy por hoy, sus dueños lo están desmantelando, sean quienes fueren, como en cada temporada, porque argumentan que con la venta de jugadores pueden seguir manteniendo al equipo.
El caso es que al Puebla lo van a desarmar para volverlo a empezar de cero.
La última baja del club se anunció ayer con la salida del mediocampista Jordi Cortizo, quien ya es, oficialmente, el primer refuerzo de Rayados de Monterrey para el torneo Clausura 2023, de la Liga MX.
Así que a las bajas de Larcamón y Jordi Cortizo hay que sumar la de Israel Reyes, quien antes se había negado a formar parte del Club América pero ahora se decidió y ya es parte del plantel.
Al nuevo mediocampista de las águilas le dieron 6.5 millones de razones (dólares) para que se decidiera a dejar al Puebla para llegar al nido en Coapa.
Y es que Israel seguro vislumbró que el Puebla se mantendría igual, medio armado, con nuevo director técnico y con mínimas posibilidades de convertirse en un equipo verdaderamente competitivo.
El Puebla de la Franja, hay que decirlo y subrayarlo, sigue siendo un equipo mediocre que desde hace mucho no logra un campeonato (temporada 89-90).
Porque el equipo de aquellos ayeres sí era una verdadera escuadra competitiva, no como la de hoy, que sólo da pena.
El Puebla como equipo de fútbol es un verdadero fracaso.
Y quien diga lo contrario miente.
No es posible que el béisbol le ponga el ejemplo al fútbol profesional, ya que los Pericos han ganado más campeonatos en los últimos años que los mentados camoteros.
Los aficionados del equipo poblano ya no saben ni como defender a la franja.
Es más, no saben si salir y dar la cara por su muy endeble equipo, o de plano esconder la cabeza como los avestruces.
El Puebla de la Franja no es más que un lucrativo negocio para sus dueños, porque la parte deportiva para ellos no existe.
Por eso digo que el Puebla es un caso peor que el de la selección, porque la escuadra verde al menos genera más dinero.
¿Qué se puede esperar de los camoteros?
Me parece que lo mismo de siempre: pura ilusión y un nuevo fracaso.
Ya lo verán.
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