Los sismos de 2017 en Oaxaca y Ciudad de México, fueron el parteaguas para que Frida, elemento canino de la Marina-Armada de México, se convirtiera en un símbolo de fuerza y esperanza.
De raza labrador dorado, nació el 12 de abril del 2009, dos meses después, en junio del mismo año, causa alta en la Unidad de Búsqueda y Rescate Urbano de Estructuras Colapsadas de la Armada de México.
Comenzó su entrenamiento pocos días después de nacer, y a los pocos meses observaron en ella diferentes cualidades, ideales para llevar a cabo su función dentro de las filas de la Armada, como: concentración, intrepidez, fácil habituación a diferentes ambientes, facilidad de aprendizaje, así como un fuerte vínculo social.
Fue asignada a trabajos de Búsqueda y Rescate en estructuras colapsadas y entrenada junto a sus compañeros de brigada en aspectos de obediencia, destreza en pista de agilidad, ascenso y descenso vertical por medio de rappel, para el desarrollo con éxito de su misión.
Con un récord de 55 rescates, Frida puso a prueba sus habilidades obtenidas durante su entrenamiento por primera vez en el año 2010, en apoyo a la población civil de Haití, posterior a un terremoto que dejó grandes daños en esta isla.
En 2013 apoyó en la explosión de la Torre de Pemex, en abril de 2017, fue trasladada vía aérea para buscar víctimas del deslave en Guaranda, Ecuador, cinco meses después estuvo presente en los sismos del 7 y 19 de septiembre en Oaxaca y Ciudad de México.
La imagen de Frida con su visor que protegía sus ojos, sus botas de neopreno que evitaban que el terreno dañara sus patas, y su arnés, dieron la vuelta al mundo, incluso fue imagen de una cerveza, de muñecos de peluche, dibujos en escuelas y grafitis en las paredes; sin embargo, este día su imagen de Fuerza y Esperanza quedarán plasmadas en una estatua.