La insensibilidad de la sociedad, la falta de valores, de respeto, así como ola de corrupción que aún existe en el gobierno, aunado a la opacidad de muchas de nuestras autoridades, es lo que provocaron que el cuerpo del bebé Tadeo haya aparecido en el basurero del Cereso de San Miguel en Puebla.

Porque mientras a nuestra sociedad le valga un comino lo que suceda en su entorno, en cualquier rubro o sentido, y se mantenga callada o indiferente, nada va a cambiar.

Coincido con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en que el caso Tadeo “es el fruto podrido de la descomposición social”.

Sin embargo, difiero en que esto sea resultado del neoliberalismo, porque da la casualidad que hoy por hoy todo ocurre en su gobierno. Hasta que uno de los narcotraficantes más buscados en todo el mundo haya sido liberado sin problema, y muchas cosas más atroces .

Tadeo, un bebé de 3 meses de edad, fue exhumado del panteón de San Nicolás Tolentino, ubicado en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México (CDMX), y apareció el pasado 10 de enero de 2021 en un contenedor de basura del Cereso de Puebla.

Empero, el caso del bebé Tadeo era lo único que le faltaba a los mexicanos para lamentarse de la desgracia en la que el país, la sociedad y la política están inmersos.

Porque en el régimen de la 4T todo puede suceder.

A las autoridades federales, particularmente al presidente de la república, nada les asombra, nada los mueve, nada los impacta, nada les parece raro, si no es algo que les afecta directamente o les pega en su imagen, o en su supuesta credibilidad.

Me pregunto ¿qué dirá ahora la CNDH luego de haber decidido no atraer el caso de Tadeo?

¿Qué tendría que decir al respecto Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la comisión?

Es una vergüenza que la CNDH y su titular hayan hecho caso omiso al asunto que conmocionó al país y que tuvo repercusión y resonancia a nivel internacional.

Por cierto, es toda una farsa el apartado que la comisión, al puro estilo de la 4t, presume en su página sobre que en la “CNDH defendemos al pueblo”.

Claro que la CNDH debe actuar en el caso, además que la Fiscalía General de la República (FGR) debe atraer el asunto para que todos aquellos que tienen que ver con la exhumación del cuerpo del bebé Tadeo y el ingreso al Cereso de Puebla sean castigados.

Se tiene que descubrir si existe toda una red criminal que exhuma cadáveres de menores de edad para introducir droga a los penales del país, o para realizar actos de brujería, ritos satánicos, o para lo que sea.

El caso no debe quedar impune y debe parar si es que existen otros más que no hayan sido descubiertos.

Y qué decir de José Félix Cerezo Vélez, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH), quien también se hizo pato y una vez que reventó el caso del bebé hallado en el basurero del Cereso ni pio dijo.

Que vergüenza de funcionario.

Es de suma importancia que las autoridades esclarezcan el caso e indaguen los motivos por el que el cuerpo del bebé fue a parar al contenedor y basurero del penal de San Miguel, donde, evidentemente, ocurre de todo.

¿En qué mundo vivimos que todo pasa en México?

Y aunque un poco tarde, el gobierno del estado hizo lo correcto y destituyó al titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Rogelio López Maya, además de que removió y aseguró a 19 funcionarios públicos del penal de Puebla, entre los que se encuentran el director, Jaime Mendoza Bon, así como el subdirector, los jefes de turnos y los custodios del penal.

Según la Fiscalía General del Estado, los detenidos enfrentan los delitos de abuso de autoridad o incumplimiento de un deber; infracciones a las leyes y reglamentos sobre inhumaciones y exhumaciones; y encubrimiento.

El gobierno del estado debe poner mano dura en estos casos, sensibilizarse con las víctimas y pronunciarse de inmediato, no esperar a que más eventos inhumanos crezcan.

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