Entrega de apoyos de todo tipo, compra de votos, acarreo, quema de urnas, anulación de elecciones, denuncias de presuntos fraudes, ese fue el saldo de los comicios celebrados ayer en las Juntas Auxiliares.
Los plebiscitos, aunque se diga lo contrario, resultaron con un saldo negro debido al cúmulo de irregularidades registradas, particularmente en la capital.
Una buena explicación, le debe el titular de Gobernación, Jorge Cruz Lepe, al presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, a quien parece haberse ido de las manos el proceso electoral “ciudadano”, al menos en la capital.
La anulación de la elección en los municipios de San Pablo Xochimehuacán, Canoa y San Felipe Hueyotliplan, por lo pronto, son muestra suficiente de la falta de operación y orden en los plebiscitos.
Y aunque evidentemente la mano negra es responsabilidad de los partidos políticos, la autoridad municipal es directamente la afectada porque el orden y la organización de las elecciones corrió a cargo de gobernación.
El colmo fue la quema de urnas de unos comicios medianamente importantes, sí, pero que deberían haberse llevado a cabo en completo orden ahora que se dio un “cambio” en el Ayuntamiento de Puebla.
Por algo el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera, quería que el Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEEP) se encargará de organizar los plebiscitos, donde ayer se puso caliente la cosa.
Lo que debería impulsar el gobierno de Lalo Rivera es una reforma completa a la Ley Orgánica Municipal para evitar el abuso, la intromisión e injerencia de los partidos políticos, así como de funcionarios de distintos niveles, cada que se celebran elecciones en las Juntas Auxiliares, comicios que deberían ser netamente ciudadanos.
Porque ni Morena, ni la mentada 4, ni Claudia Rivera Vivanco, la ex edil, pudieron lograr elecciones limpias, transparentes y democráticas.
La importancia de las elecciones en las juntas se debe a que estas muchas veces son las que definen las constitucionales, pues los poblanos que las habitan son los que votan, por ejemplo, por uno o por otro candidato a diputado local y/o federal, o por los distintos presidentes municipales.
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Zape y nuevo jalón de orejas al TEEP
Con la novedad de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) le volvió a aplicar un zape y un jalón de orejas al Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) por no hacer bien su trabajo y por no dar una.
Resulta que ahora se revocó la amonestación pública que había interpuesto la autoridad poblana (en octubre del año pasado) al secretario Ejecutivo del Instituto Electoral del Estado (IEE), César Huerta Méndez, debido a que no se justificó y “contravino “el principio de congruencia que debe prevalecer en toda resolución judicial”.
Y es que el TEEP sancionó a César Huerta bajo el argumento de que según desatendió uno de sus resolutivos de la elección constitucional pasada.
Empero, el Tepjf resolvió que el secretario ejecutivo no tuvo responsabilidad porque no se le informó del supuesto error. Además, el apercibimiento no se dirigió al secretario Ejecutivo, sino al consejero presidente del IEE, Miguel Ángel García Onofre.
La autoridad electoral federal determinó que el TEEP se equivocó al argumentar la amonestación, pues resolvió que el tribunal local acusó a una autoridad del IEE de una cosa distinta que no se desahogó.
El asunto entre las autoridades electorales del estado se dio por el trámite de una queja por violencia política en razón de género presentada por la ciudadana Margarita del Carmen Rodríguez Daruich, ahora cosa juzgada.
Sin embargo, el resolutivo del Tepjf volvió a echar abajo una resolución y ponerle un estate quieto al TEEP y a sus magistrados, quienes deberían poner más atención en su trabajo.
Dijera el clásico, “ya ni la friegan”.
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