Después de la trifulca entre ambulantes y funcionarios municipales suscitada ayer en el Zócalo de Puebla, el alcalde capitalino, Eduardo Rivera Pérez, sentenció que su administración no permitirá que vendedores semifijos se adueñen de espacios como el referido.

“Quiero ser muy claro y muy enfático, no vamos a ceder ni un solo paso en este proceso de reordenamiento del Centro Histórico”, expresó.

Aseguró que la policía municipal usó la fuerza pública en el momento que fueron agredidos por parte de los informales.

Si bien apuntó que están dispuestos a continuar con el diálogo, precisó que no caerán en provocaciones.

“No vamos a permitir que ambulantes se vuelvan a adueñar de estos espacios que son de los poblanos”, declaró.

Subrayó que él fue electo para poner orden en la ciudad y afirmó que el diálogo ha funcionado para el reordenamiento de otras agrupaciones.

Acusó que algunas organizaciones de informales se dedican a actividades ilícitas como narcomenudeo y trata de personas.

“No quiero generalizar, pero sí quiero ser muy puntual, que este problema que recibimos es uno de los más graves”, manifestó.

También indicó que el uso de la fuerza pública es necesario para salvaguardar la integridad física de los poblanos, así como de los turistas.

Por su parte, el titular de la Secretaría de Gobernación Municipal (SEGOM), Jorge Arturo Cruz Lepe, sostuvo que los comerciantes involucrados en el zafarrancho de ayer no quieren aceptar alternativas para el desarrollo de sus actividades.

Comunicó que Teresa Huitzil, presidenta del Frente de Vendedores Tradicionales y Comerciantes del Estado, ha amargado con instalarse nuevamente este fin de semana.