De manera muy sorpresiva se ha dado a conocer que Las Grandes Ligas han dado inició con su primer primer paro laboral en un cuarto de siglo, esto luego de que su acuerdo colectivo expirara en la noche del miércoles sin reemplazo, y los propietarios bloquearon de inmediato a los jugadores en una iniciativa que amenaza los entrenamientos de primavera y Juego Inaugural de la próxima temporada.

Este paro laboral es lo equivalente a una huelga según la ley laboral federal, lo cuál significa que con esta decisión se ha puesto fin a la paz laboral en el deporte luego de 9 mil 740 días en 26 años y medio.

Fueron los propios equipos quienes se decidieron por forzar la esperada confrontación en el parón entre temporadas en lugar de arriesgarse a que los jugadores hicieran un plantón durante los entrenamientos de verano, como ya ocurrió una vez en la historia en el año 1994. Algo sumamente curiosos es que ambas partes habían cerrado cuatro acuerdos consecutivos sin necesidad de huelgas, sin embargo llevaban más de dos años encaminándose justamente a esta confrontación.

Creemos que un paro patronal fuera de temporada es el mejor mecanismo para proteger la temporada 2022”, expresó el comisionado de la MLB Rob Manfred a través de una carta dirigida a los aficionados.

“Esperamos que el cierre impulse las negociaciones y nos lleve a un acuerdo que permita que la temporada comience a tiempo. Este paro patronal defensivo era necesario porque la visión de la asociación de jugadores para las Grandes Ligas amenazaría la capacidad de la mayoría de los equipos para ser competitivos” Puntualizó Manfred.

Las conversaciones que habían dado inicio la primavera pasada, llegaron a su fin este miércoles luego de que ambas partes tuvieran una Reunión que apenas duro unos minutos y con más dudas que respuestas

Fueron los negociadores por parte de los clubes abandonaron el hotel del sindicato unas nueve horas antes de que expirase el acuerdo, a las 23:59 horas del miércoles, y los jugadores dijeron que la MLB no presentó ninguna nueva propuesta económica importante esta semana.

Por su parte los mismos 30 propietarios que controlan la MLB sostuvieron una breve reunión virtual para reafirmar su decisión, y luego de esto fue la liga quien se encargo de anunciar el cuarto paro patronal de su historia a través de una carta enviada por correo electrónico a la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas.

Este cierre es una medida drástica, independiente del momento”, dijo el presidente del sindicato, Tony Clark, en un comunicado a través del cuál se señaló que no afectará a la determinación de los jugadores para alcanzar un acuerdo justo.

“Mantenemos nuestra determinación de regresar al terreno de juego bajo los términos de un acuerdo de pacto colectivo negociado que sea justo para todas las partes y brinde a los fanáticos la mejor versión del juego que todos amamos”.

El impacto inmediato del cierre patronal fue un comunicado de la MLB a los equipos congelando las contrataciones, la cancelación de las reuniones anuales de invierno de la próxima semana y la prohibición de que los jugadores accedan a las instalaciones de entrenamiento y salas de pesas de sus clubes. Además, podría frenar la venta de boletos para 2022.

¿Cuáles son las peticiones de los jugadores?

El sindicado exigió cambios tras el malestar por el descenso del salario promedio, por la expulsión de jugadores de clase media de equipos que dedican sus nóminas a los más ricos y por la sustitución de peloteros veteranos por otros más jóvenes y peor pagados, especialmente en clubes que desmontan sus plantillas para reconstruirse.

“Como jugadores vemos grandes problemas en él”, afirmó el lanzador de los Mets de Nueva York Max Scherzer acerca del acuerdo de 2016. “En primer lugar, vemos un problema de competencia y cómo los equipos se están comportando debido a ciertas reglas que están incluidas, y por eso hay que hacer ajustes para que surja la competencia”.

Quedan 11 semanas para que lanzadores y receptores tengan que presentarse a los entrenamiento de primavera el 16 de febrero, lo que deja un margen de unos 70 días para alcanzar un acuerdo a tiempo para el inicio de la liga según el calendario previsto. El Juego Inaugural está programado para el 31 de marzo, y en el pasado se necesitaron un mínimo de tres semanas de entrenamientos organizados.

Los directivos, empeñados en proteger las restricciones salariales conseguidas en las últimas décadas, rechazaron los pedidos del sindicato que los equipos calificaron de alteraciones significativas de la estructura económica del deporte, incluyendo la reducción del tiempo de servicio necesario para convertirse en agente libre o para el arbitraje salarial.