El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local y la LXI Legislatura, el diputado Sergio Salomón Céspedes Peregrina, está decidido a poner orden en el Poder Legislativo.

Porque en el Congreso había una nómina muy robusta de “amigos y compadres” que generaba un gasto excesivo y un duro golpe financiero a las arcas de este espacio de gobierno.

En las oficinas laboraban personas que recibían un sueldo por hacer nada.

En algunos casos, incluso, no se conocía al supuesto empleado que cobraba puntualmente su quincena porque nunca se presentaba a trabajar, o de plano lo hacía sólo de manera esporádica.

El caso es que se realizaba un gasto innecesario por contrataciones que no tenían razón de ser, o que salieron por el padrinazgo de alguien.

Ya en otras ediciones de Posdata comentamos que en el Congreso poblano se encontró todo un cochinero administrativo, pues en el pasado reciente se otorgaron bases en beneficio de empleados de primero, segundo y tercer nivel que sólo cobraban.

Es por ello que se siguen realizando cambios en sus distintas áreas y departamentos, los cuales continuarán hasta que se logre tener un poder de gobierno más efectivo y menos costoso.

En ese sentido, le puedo adelantar que la próxima baja del Congreso será la titular de la Dirección General de Administración y Finanzas, Anahí Gabriela Casiano Juárez, además de algunos de sus colaboradores más cercanos.

La intención es limpiar, sobre todo, las áreas que manejan y administran los recursos del Congreso del Estado, ya que se quiere tener un Poder Legislativo apegado a los preceptos de la 4T, austero y ordenado.

Esta baja se suma a la de otros trabajadores legislativos de primer nivel, como Jorge Eduardo Vázquez González, ahora ex titular de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, de Estudios y Proyectos Legislativos, quien salió igual por cobrar un sueldo muy oneroso y no acorde a sus actividades en el Congreso.

La reingeniería que se realiza en la estructura de la LXI Legislatura, insisto, tiene el fin, sí, de operar un presupuesto austero para el año que viene, pero de hacer más eficientes y efectivas cada una de las áreas.

Para ello, la misma Junta de Gobierno y Coordinación Política, encabezada por el diputado Sergio Salomón Céspedes, ya avaló el regreso de José Norberto Rodríguez Medina a la Secretaría General del Congreso, quien cuenta con al menos 25 años de experiencia en el trabajo legislativo.

El famoso che-che, como lo conocen sus amigos, volverá por la puerta grande al Poder Legislativo, pues habrá que recordar que fue despedido y dado de baja por el líder del Congreso, Gabriel Biestro Medinilla y por la bancada de Morena en 2018.

En aquel momento fue sustituido por María del Rosario Evangelista Rosas, quien ya es baja en el Congreso porque recientemente se aceptó su renuncia.

José Norberto Rodríguez tendrá la encomienda de trabajar y corregir los yerros y pifias legales de la pasada legislatura -la LX-, misma que acumuló 13 reveses jurídicos por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Otro ducho abogado con expertise en materia legislativa que volverá al ruedo para hacer frente a los posibles embates contra el Congreso es Edgar Sánchez Farfán, quien será colocado en la Dirección General de Asuntos Jurídicos, de Estudios y de Proyectos Legislativos.

Sánchez Farfán ya estuvo a cargo de la misma área en al menos dos legislaturas anteriores, por lo que cuenta con tablas suficientes para reforzar la parte legal y de proyectos que se requieren en el Congreso.

Ambos nombramientos serían ratificados y aprobados por el pleno de la LXI Legislatura, durante la sesión ordinaria de hoy.

El líder del Congreso, el diputado Sergio Salomón Céspedes, pretende conformar un equipo especializado en temas legales para evitar más errores que echen abajo las decisiones y propuestas legislativas del Congreso.

Y es que ya no se puede estar presumiendo y cacareando el trabajo legislativo en Puebla, por una parte; y después, tronarse los dedos corrigiendo los errores que se cometen en los dictámenes por hacerlos al trancazo.

Tal parece que ahora sí habrá un Poder Legislativo serio y en serio.

Ya lo veremos.

 

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