El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró enviar alrededor de 250 mil soldados del ejército a la frontera con México, presionando a sus principales colaboradores para hacer este despliegue con el objetivo de buscar a cárteles de droga. 

En la primavera de 2020, Mark T. Esper, el exsecretario de Defensa, se alarmó al enterarse de que en un alto comando del ejército y en el Departamento de Seguridad Nacional se discutía la idea de enviar a más de la mitad del ejército estadounidense en activo y una sexta parte de todas las fuerzas del país. 

Esto hubiera sido el mayor despliegue militar dentro de Estados Unidos desde la Guerra Civil.