Contrario a lo que fue su antecesora Claudia Rivera Vivanco, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, empezó su gobierno con el pie derecho, trabajando podando jardines, parques y camellones, limpiando la ciudad de ambulantes, y con aliados políticos de lujo.
El edil capitalino, quien apenas el viernes pasado rindió protesta a su cargo, ya concedió entrevistas a todos los medios de comunicación, sin excepción ni distingo, como nunca lo hizo su antecesora, para informar las prioridades de su administración.
Y entre ellas, hay que destacar, está la de hacer aliados en todos los sectores de la sociedad para poder corregir el rumbo de Puebla más rápido.
Empero, el viernes pasado, durante su toma de protesta, Lalo se mostró muy fortalecido junto a quien, sin duda, es su mejor apoyo, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien se dijo dispuesto a colaborar con respeto, autonomía y coordinación con el nuevo gobierno de la ciudad.
El mandatario reconoció el trabajo del panista, a quien calificó como un hombre decente y un político experimentado que conoce desde hace 21 años.
Lalo Rivera mostró el punch en su toma de protesta, la cual se llevó a cabo en el Centro Expositor, a donde se dieron cita políticos locales y nacionales de los distintos partidos.
Allí estuvieron sus aliados de siempre, el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y su esposa, la legisladora Margarita Zavala, además de Josefina Vázquez Mota, ex candidata presidencial.
También estuvo presente Marko Cortés Mendoza, líder nacional del PAN, así como Jesús Zambrano Grijalba, del PRD; Pedro Jiménez León, delegado nacional de Movimiento Ciudadano (MC) y los líderes estatales del PAN, Jesús Giles Carmona; del PRI, Néstor Camarillo Medina; y del PRD, Carlos Martínez Amador.
También estuvieron presentes en la toma de protesta los legisladores federales Miguel Ángel Osorio Chong (PRI), Blanca Alcalá Ruiz (PRI), Nadia Navarro Acevedo (PSI), Damián Zepeda Vidales (PAN) y Alejandro Armenta Mier (Morena).
Lo mismo que el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, así como los presidentes municipales Luis Bernardo Nava, de Querétaro; Alejandra Gutiérrez, de León, y Patricia Lobeira, de Veracruz.
Incluso el evento de Lalo Rivera fue distinto a los actos de Claudia Rivera, quien tenía que acarear gente para que sus eventos se vieran con asistencia.
Y si había duda de que las cosas con el nuevo edil serán distintas, el pasado fin de semana no hubo un solo ambulante en el Centro Histórico, el cual se vio limpio, ya sin los vendedores que se habían apoderado de las calles con la venia de la ex edil de Morena.
A propósito, dicen que las cosas se van a poner buenas en materia de auditoria, revisión de cuentas y entrega recepción de las distintas áreas municipales, pues se dice que podría haber un nuevo boquete financiero que dejaría un grave saldo de denuncias, sanciones y detenciones de ex funcionarios municipales.
Es por ello que se trabaja día y noche para analizar lo que dejó el gobierno de la 4T a Lalo Rivera, a quien no le va a temblará la mano para denunciar ante la ASE.
Por fin, parece que la ciudad va a prosperar, a ser un lugar seguro, limpio, productivo y sin conflictos políticos.
Seguramente, se terminarán los festejos por separado, las acciones policiacas marginales, pues tal parece que el gobernador Barbosa se siente muy cómodo con Lalo Rivera como edil. Y esto, insisto, nos conviene a todos.
Ojalá que tanto al nuevo ayuntamiento como al gobierno del estado les vaya muy bien para que nos vaya igual a los poblanos, sobre todo a los que menos tienen, a quien más lo necesita.
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