La aerolínea nacional italiana Alitalia, en bancarrota, realizó el jueves sus últimos vuelos antes de su retirada oficial, lo que supone el final de la compañía de 74 años y de una era para Italia.

Un asistente de vuelo en el aeropuerto Fiumicino-Leonardo da Vinci de Roma, agradeció a los pasajeros por su fidelidad antes de abordar el vuelo AZ1581 del mediodía con destino a Cagliari, Cerdeña.

El último vuelo programado de Alitalia era el de regreso de Cagliari, el vuelo AZ1586, que debía aterrizar a las 11:00 de la noche del jueves.

 

Alitalia, que había operado en números rojos durante más de una década, será sustituida por una nueva compañía aérea nacional, ITA, o Italy Air Transport, que inicia operaciones el viernes.

La comisión ejecutiva de la Unión Europea ha dado el visto bueno a la inyección de 1.350 millones de euros (1.580 millones de dólares) de fondos públicos a la nueva aerolínea, pero ITA sólo tiene previsto contratar a alrededor de una cuarta parte de los 10.000 empleados estimados de Alitalia.

En las últimas semanas, los trabajadores de Alitalia realizaron huelgas y protestas para denunciar el trato que reciben y lo que para muchos representa el último episodio tras años de crisis. Pusieron en duda la viabilidad de la nueva aerolínea y afirmaron que su reducción de tamaño, fuerza laboral, rutas y flota tenía como objetivo, presumiblemente, hacerla atractiva para que la compre una aerolínea extranjera.

El líder sindical Antonio Amoroso declaró el jueves a la Asociación de la Prensa Extranjera que se trataba de “un plan fallido desde el punto de vista industrial que no sirve al país, no sirve a la comunidad a la que se le pide una enorme cantidad de dinero, que afecta gravemente a los trabajadores”.

Entre sus rutas, ITA tiene previsto operar vuelos a Nueva York desde Milán y Roma, y a Tokio, Boston y Miami desde Roma. Los destinos europeos desde Roma y el aeropuerto Linate de Milán incluirán también París, Londres, Ámsterdam, Bruselas, Fráncfort y Ginebra.