Si hay alguien que debió, o debería ser investigado y juzgado por su negro paso por la administración estatal y por el gobierno de Puebla, es ni más ni menos que el ex secretario de salud y ex diputado, líder del Congreso del Estado, Jorge Aguilar Chedraui.

Uno de los ex funcionarios morenovallistas más influyentes en el gobierno pasado y más cercanos a la ex tinta pareja que rigió la entidad.

Sin embargo, uno de los personajes políticos más autoritarios, más pretensiosos, más duros, más soberbios, más elitistas, y con más cola que le pisen de aquella administración.

¿Y alguien ha dicho algo sobre él al respecto?

¿Sobre su tenebroso pasado como funcionario de primer nivel?

Que extraño, ¿no?

Hoy, que pretende reaparecer en la escena política como un “panista de clase”, el gobierno de Puebla y las autoridades fiscalizadoras deberían revisar sus cuentas públicas y enjuiciarlo.

O a poco ya olvidaron que como titular de la Secretaría de Salud habría cometió un desfalco de más de 400 millones de pesos, por el que se habría facturado, a través de empresas falsas, la compra de suministros y material médico.

Habrá que recordar, además, que en su momento el Congreso del Estado, vía la Auditoría Superior del Estado (ASE), inició una investigación contra Aguilar Chedraui por el desvío de mil millones de pesos, por la construcción y operación de los Centros de Salud con Servicios Ampliados (CESSA), creados en la administración morenovallista.

Aunado a ello, estaría pendiente la revisión de la cuenta pública del Congreso y la LIX Legislatura, por el gasto de 10 millones de pesos no comprobados, en la que el panista figuró como presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, cargo que ocupó de 2016 a 2018, luego de haber pasado por salud, de 2011 a 2013.

Lo anterior viene a cuenta porque trascendió que el ex funcionario monorevallista pretende volver a la escena política cobijado y respaldado por la dirigencia estatal panista, encabezada por Genoveva Huerta Villegas.

¿De verdad pretenden revivir a funcionarios del pasado, como al impresentable de Jorge Aguilar?

Se me hace que se van a equivocar.

Porque los poblanos si algo no olvidan es el abuso que cometieron muchos ex funcionarios, quienes amparados por su cercanía con el finado ex mandatario hicieron y deshicieron a su antojo en el gobierno.

Allí está el caso de Marcelo García Almaguer, el ex diputado local, quien por aquí murieron sus jefes y le dio la espalda al grupo que le dio todo, fama, una fortuna millonaria, trabajo y mucho poder.

Empero, Marcelo intentó convertirse en el candidato del PAN al gobierno de la ciudad pero la gente nunca olvidó su trato déspota de antes, por lo que nadie le creyó el cuento de que ahora -de repente- adora y ama Puebla.

Por eso su proyecto ya duerme el sueño de los justos.

Y existen muchos ejemplos de políticos de la administración pasada, como Jorge Aguilar, quienes han preferido esconderse por si son detectadas sus irregularidades en el manejo de los recursos estatales.

Ya veremos que opina el gobernador Barbosa del posible regreso de Jorge Aguilar a la política aldeana.

Se va a poner bueno.

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Karina, la edil fifi de Morena

La presidenta municipal de Puebla, Karina Pérez Popoca, ya ni la burla perdona.

Y es que con el afán de protagonizar un gobierno pulcro y puro en San Andrés Cholula, el cual perdió ante el PAN y el edil electo, Edmundo Tlatehui Percino, ahora se quiere curar en salud acusando al ex edil Leoncio Paisano Arias, preso por el delito de abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal, de muy excesivo.

No hay duda que la administración de Paisano fue el gobierno de los excesos, aunque el de ella no canta mal las rancheras pues también incurrió en irregularidades las cuales podrían causarle dolor de cabeza cuando sean revisadas.

Es extraño, porque Karina por una parte dice que el gobierno pasado se excedía y ella los fines de semana gusta de visitar El Palacio de Hierro para adquirir artículos de marcas de prestigio y de diseñador exclusivo.

¿No se supone que es una edil de la 4T y de la austeridad republicana?

¿Pues no se supone que los excesos sólo son del PAN y de Leo Paisano?

Entonces, ¿somos o no somos?

¿Quién, carajo, los entiende?

Los políticos de Morena, como Karina, dicen una cosa pero hacen otra.

No damos una.

 

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