Ya sólo es cuestión de trámite, de que el proceso para la renovación de la rectoría de la BUAP, aún encabezada por Alfonso Esparza Ortiz, camine conforme los tiempos, la convocatoria y, desde luego, la voluntad de los universitarios.

No hay sobresaltos, ni cortapisas, al parecer, en la designación de la nueva administración -para el periodo 2021-2025- y de su nuevo líder.

Todo camina en completa paz y tranquilidad.

Y si nada cambia, el proceso deberá concluir igual.

Eso sí, es un hecho que será mujer quien suceda en el cargo al actual rector, quien cumplió a cabalidad, y con creses, su encargo al frente de la BUAP.

Los apoyos y las expresiones de la comunidad universitaria son claros: la favorita no es otra que la Dra. Lilia Cedillo Ramírez.

A pesar de ello, la futura rectora es humilde, sencilla y respetuosa, ni siquiera se vislumbra como la favorita, más bien trabaja con intensidad en su campaña para mostrar que es una universitaria hecha en el aula, en el laboratorio, en los pasillos de la institución.

La Dra. Lilia tiene la intención de refrendar y consolidar el papel de la mujer universitaria, de la estudiante de la BUAP, de la académica, de la trabajadora no académica, de quienes empiezan una nueva etapa como transformadoras de sociedad.

La tendencia a su favor, hay que reconocerlo, ya es insuperable.

Ni con descalificaciones, ni acusaciones de cualquier tipo, van a poder superar sus rivales a Lilia Cedillo, quien, insisto, es una universitaria de la BUAP probada y hecha en las aulas, con un arraigo natural entre toda la comunidad.

Y los astros, como dicen, se le han alineado a la Dra. en Microbiología, quien no tiene ni padrinazgos, ni mucho menos cuenta con el apoyo político de nadie.

Recientemente, Beatriz Gutiérrez Müller, escritora, egresada de la BUAP, y esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, advirtió que no apoyará, ni en público, ni en privado, a ninguno de los aspirantes a la rectoría de la institución.

Palabras más, palabras menos, la también profesora-investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP, sostuvo “por encima de afectos, le tengo un gran respeto a los universitarios: secretarias, choferes, mensajeros, alumnos, académicos, funcionarios, administrativos, directores y demás”.

Y lo mismo hizo el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien aseguró no tener injerencia alguna en el proceso de renovación de rector en la BUAP.

Así que, de manera natural, aunque las circunstancias en el proceso de renovación sean distintas a las tradicionales, obligadas por la pandemia y el Covid-19, la Dra. Lilia Cedillo se perfila para convertirse en la nueva rectora de la máxima casa de estudios del estado.

Ya muy poco les queda por hacer a los otros dos contendientes, tanto Guadalupe Grajales y Porras, ex secretaria general de la institución, como Ricardo Paredes Solorio, ex director de la Facultad de Administración, este último quien regularmente siempre intenta negociar su postulación cada que hay elecciones en la benemérita.

Afortunadamente, los estudiantes saben quién es quién en su institución, por lo que esta es una ventaja más para la Dra. Lilia, quien va en caballo de hacienda a la rectoría, tras 40 años de trabajo ininterrumpido en la universidad de sus amores, la BUAP.

Las campañas en la BUAP por fin arrancaron; a partir de ayer, a las 08:00 am, hasta las 18 horas del próximo 17 de septiembre concluirán, para, posteriormente, el 20 de septiembre se lleven a cabo los comicios universitarios, de manera digital.

El 22 de septiembre se calificará y validará la elección a rector, por lo que será el próximo 04 de octubre cuando la ganadora rinda protesta y asuma su cargo.

Una elección suigéneris en la BUAP, sí, pero sin tentaciones, ni intromisiones de ningún tipo.

Y esto, por dos simples razones: porque es tiempo de las mujeres, y porque es el  derecho de los universitarios.

 

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