El consumidor mexicano está preparado para recibir los beneficios de la sostenibilidad. Buna (‘café’ en armérico, el idioma de Etiopía), trabaja actualmente en seis estados de la República Mexicana, apoyando de forma directa a más de 230 familias productoras de café, miel y chocolate.

Lo anterior, es resultado del trabajo de casi una década de una empresa con prácticas agroecológicas y preocupada por recuperar ecosistemas, valores que hicieron clic instantáneo con los de Rainforest Alliance, que en la búsqueda de la promoción de productos con prácticas de producción más  sostenibles, la incluyó en el directorio de su iniciativa Mercados por un Futuro Sostenible.

El chocolate de Buna proviene de los “Productores de Cacao Sostenible RAYEN” , que también son parte de la iniciativa mencionada en el párrafo anterior y que aunados a su alianza con Rainforest Alliance, se han fortalecido en los últimos años en temas de resiliencia climática, agricultura sostenible y organización empresarial.

Tener una marca responsable tan duradera tiene detrás aprendizaje, apertura y responsabilidad. Para los fundadores de Buna – que además tiene tienda online, dos cafeterías y una tostadora en CDMX, las claves del éxito de una empresa así en el país están en “Estar abiertos al cambio y siempre buscar una mejor manera de hacer las cosas. Entender que el ’éxito’ solo se puede lograr con cosechas fuertes, sanas y a largo plazo”.

Las prácticas agroecológicas de Buna son la base para tener productos tan ricos; se dirigen a tratar de disminuir el impacto de la erosión de suelos, verificar que no existan agrotóxicos, favorecer sistemas agroforestales más eficientes (es decir, usar abonos con materiales de la región, tener viveros comunitarios, manejo de plagas) y finalmente, hacer un análisis de negocios que conjunte lo social, lo biológico y lo económico.

La acción social lograda por Buna, con productores de café, miel y cacao de Chiapas, Hidalgo, Estado de México, Oaxaca, Veracruz y Puebla, es palpable (98% de los productores que trabajan con ellos utilizan mano de obra familiar), pues goza de acuerdos económicos justos y proyectados a largo plazo. Por ejemplo, se establece un precio base y acuerdos a 10 años, en los que tanto Buna, como las y los productores se comprometen a realizar acciones muy concretas a favor de la conservación de los ecosistemas.

El bienestar de estas comunidades y del ecosistema van para una década de trabajo en equilibrio. El chocolate, miel y café de Buna son considerados más  sostenibles porque vienen de relaciones humanas que buscan el bien común adjuntando a ello la restauración de los ecosistemas,  ahora mismo en transición hacia una agricultura regenerativa (biodiversa).

Con la alianza de Rainforest Alliance y Buna, el impacto positivo de sostenibilidad se duplica y es seguro que van por otros 10 años de sabores producidos bajo prácticas justas y humanas.

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Rainforest Alliance cuenta con presencia en 70 países. Es una ONG dedicada a combatir la crisis climática a través de la preservación de selvas y bosques, trabajando también por una economía más justa a través de alianzas entre sector público, privado y pequeñas comunidades productoras. Son asimismo, un agente activo y transformador de las economías locales.