Todos los presidentes municipales que no eviten la realización de eventos masivos podrían alcanzar hasta seis años de cárcel, esto debido ante el semáforo naranja decretado en Oaxaca por el incremento de casos de COVID-19, donde quedaron suspendidos bailes, fiestas, ferias y eventos deportivos.

Con fundamento legal el artículo 193 fracción I del Código Penal, el gobierno del estado considera estas acciones como “probablemente delictuosa”, ya que se establece que “se impondrá prisión de uno a seis años, al que intencionalmente propague cualquiera otra enfermedad sean cuales fueren los medios de que se valga”.

La entidad de encuentran en semáforo naranja del 26 de julio hasta el 9 de agosto y ya alcanza 50.7 por ciento de ocupación hospitalaria por la tercera ola de la pandemia.

El gobierno de Oaxaca subrayó que en caso de no apegarse a las medidas sanitarias establecidas para el semáforo naranja incurrirían en actos que podrían ser sancionados por el Congreso Local.

Con información de Excelsior