Tras ser vinculado a proceso por su probable responsabilidad en el delito de enriquecimiento ilícito, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó la idea de persecución política contra Ildefonso Guajardo, ex secretario de Economía en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El mandatario afirmó que en su gobierno no se persigue a nadie por razones políticas ya que, dijo, “no es mi fuerte la venganza”.
“No, nosotros no perseguimos a nadie por razones políticas, no es mi fuerte la venganza. Si hay un asunto judicial tiene que ver con la fiscalía y es cosa de aclararlo, el que nada debe nada teme. Por esto no debe de preocuparse. Si no tiene nada ilegal, si él es una gente honesta qué se puede preocupar.
López Obrador comentó que en el caso del ex funcionario, “si hay un asunto judicial tiene que ver con la fiscalía y es cosa de aclararlo, el que nada debe nada teme; por esto no debe de preocuparse”.
“Aquí hay dos cosas, una la acusación judicial que esa se atiende y la otra es la conciencia de cada quien. Lo más importante es la tranquilidad de conciencia, entonces si él tiene tranquila su conciencia lo demás es lo de menos”, expresó.
De acuerdo con los reportes de la fiscalía, con la adquisición de obras de arte y diversos depósitos en cuentas bancarias, tanto nacionales como extranjeras, Guajardo Villarreal obtuvo un incremento injustificado en su patrimonio.
El ex funcionario explicó en entrevista con Azucena Uresti para Telediario CDMX, que está consciente de la investigación en su contra y agregó que se debe a depósitos de 110 mil y 400 mil pesos, los cuales no registró a tiempo en su declaración patrimonial.
Si bien la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusa de enriquecimiento ilícito por nueve millones de pesos, el ex funcionario comentó que se trata de depósitos por un total de dos millones 900 mil.
El juez de control concedió a la FGR un plazo de cuatro meses para el cierre de la investigación complementaria. El economista aseguró que la situación se encuentra aclarada y que el anuncio no es más que “persecución política”.
Con información de Milenio