En un poblado de Nueva Zelanda, un globo aerostático se estrelló justo cuando iba a aterrizar, dejando a los 11 ocupantes heridos. Dos de los pasajeros resultaron heridos de gravedad y tuvieron que ser llevados al hospital.

Sunrise Balloons, empresa dueña del globo, indicó que el paseo de una hora cerca de Queenstown había transcurrido sin incidente y que los vientos eran normales cuando el piloto intentó aterrizar en una pista privada a eso de las 10 a.m., sin embargo, al descender la nave, fue sorprendida por una ráfaga de viento y empujada hacia una ladera cercana.

Los médicos señalaron que los heridos quedaron desparramados por un área equivalente a la de una cancha de fútbol.

“Responder a esos pacientes y comprender cuál era la situación tomó algo de tiempo en función de la duración de la escena”, dijo David Baillie, gerente de operaciones de la Ambulancia St. John.

La compañía afirmó que la cesta del globo fue a parar al garaje de una casa mientras que la tela terminó guindada de un cable eléctrico.

Los dos pasajeros con heridas graves fueron llevados en helicóptero al Dunedin Hospital. El piloto y los otros ocho pasajeros fueron atendidos por heridas leves y fueron dados de alta.

Con información de El Financiero