Por fin, ayer terminaron las campañas del tan polémico proceso electoral atípico, grotesco y violento, que concluye el próximo domingo 06 de junio con la jornada de votaciones la cual arranca en punto de las 08:00 y cierra a las 18:00 horas.
Gracias a Dios se terminaron las peleas, las guerras, los dimes y diretes y toda la contaminación (auditiva, visual, material y digital) generada por un proceso extraño, como nunca antes se había visto.
La polarización política y social en la que vivimos es evidente, el país está dividido entre fifis, chairos, conservadores, amigos, enemigos y quién sabe cuántos grupos más.
Una polarización, hay que destacarlo y subrayarlo, generada principalmente por el propio presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien se ha encargado de meter, no sólo la mano, sino el cuerpo completo -declarado por él mismo- en el proceso electoral que recién concluyó.
No hay día que no lance ataques directos a medios de comunicación, a empresarios, a la oposición y a todo aquel que no comulgue con su doctrina.
Hoy por hoy, lo interesante, después de las campañas, es conocer el grado de interés o desinterés de los mexicanos, y en particular de los poblanos, por votar y participar en la jornada del domingo.
¿Qué sabor de boca tendrán habrá entre la población después de concluidas las campañas?
¿Están interesados, los ciudadanos, por salir a sufragar?
¿Cuánto afecto la pandemia, o cuánto afectará en la jornada electoral?
¿Volverá a ganar el abstencionismo?
¿Quién diablos definirá la elección intermedia?
¿De qué tamaño es el hartazgo de la política y de los tiempos electorales?
¿Cuánto nos costaron las elecciones, y de cuánto fue el derroche económico en el país?
¿Valió la pena?
¿Quién ganará?
Habría que plantearnos todos estos cuestionamientos por varias razones, sobre todo porque en la elección que está por concluir se dieron todo tipo de fenómenos, como la grave inseguridad que parece haber sido la ganadora.
Fueron un total de 55.4 millones de spots en radio y televisión, sobre las campañas y el tema electoral. Una barbaridad inusitada.
Ojalá que los ciudadanos valoren las propuestas, las verdaderas opciones de gobierno, analicen a fondo su participación en los comicios que están por celebrarse, y definan su apoyo a quien más convenga al país.
Porque sólo hay dos opciones reales de gobierno, Morena y su alianza oficialista, apoyada por el PT y el Verde Ecologista, y la alianza PAN-PRI-PRD, la cual promueve el cambio y el rescate del sistema político mexicano para que el partido en el poder no acabe y destruya totalmente el país.
Un punto importante, es saber qué tanta influencia tendrá la elección federal, y la mano del presidente AMLO en las elecciones locales.
¿Habrá voto de castigo?
¿Se dará el fenómeno aquel de “vota todo por…”?
¿Cuánto influirá en la gente el discurso de encono y división de la presidencia?
Ciertamente, la verdadera lucha electoral se da en torno a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión; sin embargo, hay muchos estados que son de suma importancia para la federación, tales como Puebla.
Por cierto, no hay que olvidar que en esta elección intermedia están en juego 15 gubernaturas, mil 926 alcaldías y mil 63 diputaciones locales, de todo el país.
En Puebla, la elección, igual que en otros estados, se ha tornado violenta, se juegan -en lo local- 26 diputaciones y 217 ayuntamientos, además de 15 diputaciones federales. Los poblanos, en suma, elegirán un total de 2 mil 300 cargos.
Entre estos espacios se incluyen el total de las 41 diputaciones locales (26 de mayoría relativa y 15 de representación proporcional), sindicaturas y regidurías de toda la entidad.
La guerra electoral, la batalla y campaña más intensa, se dio por la capital del estado, el municipio de Puebla, disputado por Eduardo Rivera Pérez, de la alianza Va Por Puebla, integrada por el PAN-PRI-PRD, y quién va a la cabeza en las encuestas; y Claudia Rivera Vivanco, de la alianza Juntos Haremos Historia, encabezada por Morena.
El resto de los candidatos, los otros 7, nunca tuvieron posibilidades de triunfo, pues ni sus campañas, ni sus nombres interesaron a la mayoría de los poblanos.
Al final, a propósito, quedaron sólo 6 aspirantes, pues al abanderado de Fuerza por México, mejor conocido como “Lalo Fake”, la autoridad electoral local le canceló la candidatura por haber incurrido en actos anticipados de campaña.
Así que no hay mañana, por fin terminaron las campañas, y lo que nos queda es salir a votar el próximo domingo 06 de junio.
No dejemos en manos de unos cuantos el futuro de México, y el futuro de nuestro bello estado, Puebla.
¡TODOS A VOTAR!
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