Por: Alfonso González

Si hay un partido político que tiene asegurado el triunfo, pero de la extinción en Puebla, tras el resultado de los comicios del 06 de junio próximo, es el partido Redes Sociales Progresistas (RSP), que encabeza el ex priista y marinista Ramón Fernández Solana.

Un partido, evidentemente, sin pies ni cabeza.

Y, según sus propios candidatos, un partido también sin dinero, o al menos con arcas vacías debido a que Ramoncito, su líder, les salió muy gastalón y tacaño.

Así es, el partido de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, resultó todo un fracaso en Puebla. Nunca logró hacer clic con la gente.

Mucho menos con los priistas que, según prometieron, se sumarían al nuevo proyecto elbista.

Porque ahora, además de tener en contra a la mayoría de sus candidatos, la dirigencia estatal también tiene serios problemas de liquidez. Y está a punto de ser denunciada por sus empleados operativos, a quienes les deben lo que va de la campaña.

Vaya broma de mal gusto de la ex líder del SNTE, quien si quería recuperarse económicamente con esta elección lo está logrando, ya que no le ha dado un quinto a sus abanderados para promover el voto a su favor.

Y si se los envió ya se lo gasto su discípulo y líder en Puebla.

Ramón Fernández cree que siendo lidercillo momentáneo de un partidito va a conquistar el mundo.

Lamento decirle que no va a ni a lograr mantener el registro de RSP.

Si no trascendió ni destaco cuando estuvo en la cúspide del poder con el marinismo.

Cómo estará de descompuesto su disque partido que ya rompió con muchos candidatos a los que presento él mismo públicamente.

Vaya panorama para las ridículas redes sociales progresistas de la localidad.

Ni como ayudarlas.

Y le echa la culpa a Morena y a su candidata, Claudia Rivera Vivanco, de la desgracia política de RSP, por favor. Todo mundo sabe a quién le opera Ramoncito.

Qué se puede esperar de los discípulos del “gober precioso”, Mario Marín Torres, ex gobernador de Puebla, y preso por haber ordenado detener y torturar a la periodista Lydia Cacho.

El actual líder moral de los marinistas en Puebla salió igual que su padrino político.

Ya nada más le faltaba que las cuentas fake de RSP, con las que se defienden de sus adversarios y enemigos también le dieran la espalda, y ya sucedió.

Resulta que la supuesta cuenta fake -en Twitter- de su candidata al Ayuntamiento de Puebla, América Soto López, ya también salió a darle a Ramón Fernández un coscorrón, como los que acostumbraba dar su padrino Mario Marín.

Esa misma cuenta, desde donde me atacaron -en lo personal- cuando critiqué a América y al mismo Ramón, ayer salió a despotricar contra el dirigente de redes y su palomilla.

Y por lo mismo que lo mandaron al carajo sus candidatos, porque no les han pagado su trabajo, sus honorarios, y porque el dinero prometido nunca llegó, tal como se los habían jurado.

Eso sí, por enésima ocasión aclararon que América Soto no tiene redes sociales, que según todos sus pronunciamientos los hace a través de las cuentas oficiales de redes sociales, y que hace campaña de otro tipo.

Y ya para rematar, aseguran que los candidatos inconformes con Ramoncito son esos “que sólo quieren lana”.

El caso es que ni el líder de RSP, ni su candidata por la ciudad, han salido a decir algo o a aclarar las cosas. Dicen que les vale un comino lo que se diga de ellos.

Y seguramente están en su derecho, aunque del otro lado ya dieron por hecho aquello de “el que calla otorga”, por eso sus candidatos, los que están que trinan en su contra, los que no han recibido un peso para hacer campaña, están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.

A RSP y a Ramon Fernández ya se les hizo engrudo el tepache.

Ya no saben cómo justificar su opacidad e ineficiencia.

Vamos a ver qué sigue en este capítulo de RSP y su lidercito Ramoncito Fernández, quien escribió ayer un tuit amenazante contra Claudia Rivera, a quien acusa de ser la verdadera impulsora del enfado de sus candidatos, o al menos de que el problema haya salido a la luz pública.

Dijera el clásico; “el que no se quiera quemar, que no se meta a la cocina”.

¿A poco no?

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