Mal y de malas arrancó su papel como candidata al Ayuntamiento de Puebla, por el Partido Redes Sociales Progresistas (RSP), la marinista América Soto López.

No pudo haber empezado peor tras su destape.

Ayer sólo le faltó decir que ella ganará la elección, para terminar en el pleno ridículo su gran “jornada de trabajo” y su presentación pública.

Pero bueno, al fin una marinista de hueso colorado.

Porque Doña América es famosa en la política poblana por dos cosas: la primera, por ser una fiel vasalla de Mario Marín Torres, el gober precioso, encarcelado en Quintana Roo por haber recluido a la periodista Lydia Cacho Ribeiro ilegalmente; y la segunda, por haberle negado el apoyo como titular del Instituto Poblano de la Mujer (IPM) a la misma persona, es decir otra mujer.

Así es.

¿Cómo olvidar a Doña América durante el escándalo marinista?

Apenas fue presentada por el dirigente estatal de RSP, Ramón Fernández Solana, y lo primero que hizo, fiel a su formación político-marinista, fue meterse al callejón de los chingadazos con su par del Partido Fuerza por México (PFM), Eduardo Rivera Santamaría.

Porque la abanderada de las redes progresistas sabe que sólo haciendo escándalo la van a recordar en Puebla.

Es más, las poblanas le tienen guardada una sorpresa, además que no le van a regalar ni un solo voto.

Igual ayer, de paso, la flamante abanderada arremetió en contra de quien esto escribe por haberle pedido que explicara por qué en su papel de titular del IPM no defendió a Lydia Cacho, a quien encarcelaron arbitrariamente violando todos sus derechos.

Lo primero que hizo fue amedrentarme, lanzar una agresión y calificarme como “chayotero barato”.

El calificativo, desde luego, únicamente da risa porque viene de alguien que como poblana, como funcionaria pública y como persona no tiene la más mínima vergüenza, ni moral ni personal.

¿Qué se puede esperar de alguien como América Soto, una marinista de hueso colorado que esta muy orgullosa del gober precioso, su creador, políticamente hablando?

Y lo mismo hizo con el comunicador y periodista Fredy Aco, quien criticó que América no debatiera y sólo se lanzara a los insultos.

A Fredy también lo descalificó, sin más ni más.

Que pena por los poquitos militantes del partido de la maestra Elba Esther Gordillo. Allí tienen a su candidata.

Hay que decir que el RSP se llenó en Puebla de puro traidor priista, de puro marinista y de pura personalidad como su ahora candidata por la capital, quien no tolera la crítica, ni el debate con inteligencia.

América Soto es una vergüenza para todas las mujeres, para las poblanas. Y sigue demostrando que es intransigente, soberbia, agresiva y de muy pocas ideas.

¿Y así quiere que voten por ella?

Evidentemente, se volvió a equivocar Ramón Fernández, quien tuvo la oportunidad de poder limpiar su nombre, de poder deslindarse del marinismo en un nuevo partido, y de poder hacer un papel digno en las próximas elecciones, pero no quiso.

Parece que no ha entendido nada de lo que políticamente ha sucedido en Puebla, del contexto local y nacional.

Se empeñan en revivir y mantener al marinismo en el poder.

Ya dio la orden, por cierto, de atacar y embestir al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, a sus funcionarios, a su gabinete y a toda su administración que porque rompió con RSP.

¿Y así querían sorprender al respetable?, con una candidata diferente, con una mujer decente, con América Soto, no cabe duda que se volvieron a equivocar.

¿Qué carajo no piensan?

Luego de que América Soto cometió el error de descalificar a los medios y a sus rivales, y de defender al gober precioso en twitter, Ramón Fernández aseguró que su cuenta recién creada era fake.

Sostuvo en Twitter que hasta el momento ninguna cuenta de América era oficial.

Sin embargo, desde allí la misma América Soto hizo y deshizo, ya incluso había cometido el error de mostrarse tal cual es.

La abanderada de RSP, América Soto, es toda una fichita con historia política de la mala.

El escándalo provocado por la reclusión ilegal en agravio de Lydia Cacho la hizo famosa por ser una mujer a la que no le interesa el bienestar de otras mujeres, y más si atentan en contra de los intereses de sus jefes y amigos.

Por ello, en aquella ocasión, 11 de las 20 integrantes del Consejo Consultivo del IPM renunciaron a sus cargos en protesta porque América no condenó la actuación de Mario Marín en agravio de Lydia Cacho.

Eso la marcó de por vida, porque una mujer avaló la detención ilícita y abusiva de otra mujer.

¿Hay algo peor que eso?

¿Y así votarían las poblanas y los poblanos por ella?

Lo dudo.

Por: Alfonso González

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