Ya solo  le falta que se avergüence de su alma mater, la BUAP, y de haber nacido tan común como los humanos, con un cerebro, con dos ojos, con dos brazos, con dos piernas y con un corazón.

Si ya se abochornó por el estado donde nació y el lugar donde se desarrolló y creció, ya únicamente le falta decir que “es una lastima ser tan común como los mexicanos y los poblanos”.

En una de esas igual y reniega haber nacido normal por creerse un super estrella. Cualquiera de estas ideas se podría esperar de un sujeto que peca de vanidoso, que se jacta ahora de ser adinerado y que gusta de viajar por el mundo gracias a su influencia en redes sociales.

Es el caso Luis Arturo Villar Sudek, mejor conocido como “Luisito comunica”.

El mentado influencer, como le gusta que le digan a esta clase de personajes, es un youtuber que se dedica a viajar por el mundo, que cuenta con más de 35 millones de suscriptores en YouTube y más de 23 millones de seguidores en Instagram, pero que se avergüenza de su tierra y de su gente.

Poca madre, diría el clásico.

Cree que nadie lo merece, ni la tierra donde nació, ni su gente, ni los medios de comunicación que le piden una entrevista.

Así es, el famoso Luisito que nació en Puebla, estudió comunicación en la BUAP, aunque reniegue de ello, y que empezó sus pininos como influencer aquí hasta que decidió trasladarse a la CDMX, donde encumbró su carrera como payaso del social media.

Sin embargo, su excentricidad, sus lujos y su fama han orillado a este poblano arrepentido a caer en excesos, en groserías y en polémicas que han sido criticadas y reprobadas, incluso, por la comunidad a la que se dirige.

La última, ocurrió ayer en Puebla, en la Licorería San Pedrito, ubicada en San Pedro Cholula, donde se presentó “Gran Malo” un nuevo licor de tequila.

Resulta que el mentado Luisito y su representante, corrieron del lugar a varios reporteros y medios de comunicación por el hecho, según ellos, de no tener su nivel, por no estar acreditados, por contar con publicidad gubernamental y por sus pistolas.

Fue el caso de la única revista de turismo en el estado, México Ruta Mágica (MRM), y de su reportera Laura Muñoz, quien acudió al evento pero que fue desalojada porque llegó media hora antes.

Con razón otros como e-consulta cancelaron su asistencia, si el payaso del social media, junto con su asistente, son unos prepotentes.

Y es que convocaron a un evento “fifi” con algunos medios, porque la mayoría no lo merecen.

Si a Luisito comunica no le gusta que los medios lo entrevisten pues que no vuelva a Puebla, además ya dijo que el estado ni le gusta.

Eso sí, ¿qué podemos esperar de alguien que reniega hasta de su gente?

Porque en su momento, el mismo Luis declaró públicamente, en un vídeo que grabo durante su traslado al estado para realizar una de sus pocas visitas a sus padres, que aborrece Puebla.

El mentado youtuber se grabó a su llegada a la ciudad, durante el traslado de su camioneta de lujo, con todo y chofer, que no le gusta visitar su estado, incluso dijo que, si no fuera por su familia, nunca regresaría.

Calificó a la ciudad capital, a nuestra bella Puebla barroca y de infinitas tradiciones, como una “ciudad medianona”, por su número de habitantes.

“Por alguna razón no me encanta venir a esta ciudad, a Puebla, vengo para ver a mi familia y punto, sino fuera por eso, nunca vendría (…) como que no me encanta”, señaló en aquella ocasión.

Sin embargo, el mismo Luisito ha sido fuerte criticado por su machismo, pues en otra ocasión se le ocurrió subir a su cuenta de Instagram una fotografía en la que presume el trasero de su novia, una venezolana de nombre Ary Tenorio, y lo compara con una botella de mezcal que tiene escrita la leyenda “Mezcal tus nalguitas serán mías”.

Muchos de los seguidores del poblano arrepentido le expresaron su rechazo por la imagen, pues aseguraron que promovía la cultura del machismo y la violación.

Recientemente, apenas en el mes de febrero, el mentado influencer volvió a hacer de las suyas y meterse al ojo del huracán, pues durante su estancia en Kenia, en su visita a algunas tribus, donde estuvo recabando información para nutrir su canal, volvió a colocar una imagen en sus instastories.

La fotografía, de inmediato recibió duras críticas y comentarios ya que nuevamente su novia posa, ahora junto a un hombre de la región, de color, sonriendo a la cámara, y con la leyenda: “ya ofrecieron más de 100 vacas por Arisita”, con algunos emojis de caras riendo y de la imagen del mamífero.

Sus críticos aseguraron que la imagen publicada por Luisito hace mofa y referencia a la trata de mujeres, además que tiene un toque racista.

Sobretodo porque le informaron que en Kenia se comercia con vacas, además que la venta de mujeres es una práctica común en la región, debido a que forma parte de su cultura.

Y debido a que esta práctica es muy cuestionada en varios países, lo criticaron porque se mofó de la acción la cual violenta los derechos de la mujer.

Las criticas le llovieron al influencer, así como las muestras de apoyo; sin embargo, parecen no importarle, debido a que sigue haciendo lo mismo sin siquiera despeinarse por las ofensas en las que ha incurrido.

El mentado Luisito comunica sigue siendo un patán, un prepotente, un insolente, un clasista y una persona poco honesta.

Y, también, desde luego, sigue aborreciendo Puebla.

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