Vaya suerte que tuvo Guillermo Aréchiga al ser despedido -con la fuerza pública- de la Secretaría de Movilidad y Transporte el pasado 11 de marzo.
Digo suerte, porque en los siguientes días se han presentado dos terribles accidentes en donde están involucradas dos unidades piratas que han costado cinco vidas de personas inocentes.
El pasado 13 de marzo en la colonia Tilostoc de la Junta Auxiliar de La Resurrección, un conductor de un mototaxi pirata perdió el control de la unidad y se estrelló contra un muro lo que dejó como resultado que la señora Guadalupe de 59 años y su nieta Aidé Yamilet de 4 años fallecieran; ahí también murió el conductor que apenas rebasaba los 20 años de edad.
Lamentablemente ayer ocurrió, otro terrible accidente, en donde está involucrado el conductor de un taxi comunitario pirata que hacía el recorrido Izúcar – Atlixco – Puebla, quien perdió el control de una camioneta Toyota, volcó y dejó como resultado dos personas muertas y cuatro heridas más (entre ellas el transportista pirata).
Estas cinco muertes hubieran sido cuestionadas directamente a Guillermo Aréchiga porque durante su gestión al frente de la Secretaría de Movilidad y Transporte siguió e incrementó el transporte pirata en Puebla, pero lo corrieron antes.
Es urgente que el gobernador del estado, Miguel Barbosa, tome cartas en el asunto, nombre al nuevo titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte y ponga manos a la obra para regularizar o sacar al transporte pirata.
Ya van cinco muertos en una semana.
¿Cuántos muertos más se necesitan para que actúen?