Todo iba muy bien. Mejor, imposible. La alianza Va por México versión Puebla prometía dar batalla y ponerse al tú por tú a Morena en las elecciones del 6 de junio, pero en esta semana parece estarse agrietando esa posibilidad y todo gracias a la forma y estilo en que el PAN camotero eligió a sus candidatos.
El panorama para la alianza del PRIANRD ha comenzado a nublarse porque en el PAN sus militantes están en desacuerdo con la elección de nominados y lo que más ha enchilado a los panistas, es que su dirigente Genoveva Huerta ha minimizado los descontentos, y las quejas las ha reducido a conductas propias de la “naturaleza humana” como el enojo y tristeza de aquellos que no fueron elegidos porque no eran competitivos.
Algunos grupos –no todos- al interior del panismo andan muy calientes por no decir encabronados. Al calor del coraje le han dicho de todo a su lideresa: desde inexperta, hasta corrupta; pues le han acusado –sin presentar pruebas- de haber vendido en millonadas candidaturas a personajes sin militancia azul y un pasado en otros partidos.
Los casos que más han indignado, según el termómetro twitero y de Facebook, son la nominación del ex priista y simpatizante morenista Raymundo Cuautli para ser candidato a la alcaldía de San Andrés Cholula. Ray logró lo que no habían conseguido otros, unir a los panistas… pero en su contra.
Lo mismo ha pasado con la elección del ex priista Edgar Salomón Escorza como candidato azul para la alcaldía de San Martín Texmelucan. También la designación de los candidatos a presidentes municipales en Tecamachalco y Tehuacán han sacudido a los militantes, sobre todo a aquellos y sus seguidores que dicen tener mayor posicionamiento y esos son los casos de Inés Saturnino López Ponce y René López Cárdenas.
Pero las quejas no se quedan en el caso de las alcaldías, los reclamos también se trasladan a las postulaciones de candidatos a diputados locales en donde se ha acusado que la mano de la dirigente lleva mucho peso al favorecer a quienes han señalado de ser sus amigos y familiares. En fin, la lluvia de impugnaciones seguro no tarda en llegar.
Todo el contexto anterior parece estar enfilado a reventar la alianza PRIANRD. Toda la tensión y enojo que han expresado algunos militantes panistas podría dinamitar y debilitar lo que ya habían construido juntos PAN, PRI y PRD y afectar el proyecto “ganador” del 6 de junio. Al menos ese es un riesgo que ya observan desde el PRI.
¡El PRI ve riesgos!
El líder estatal del tricolor, Néstor Camarillo Medina, dijo en ABC Noticias que efectivamente la situación interna del PAN, es decir de descontento por la selección de sus abanderados, sí podría afectar a la alianza con el PRI y claro, al proyecto Va por México versión Puebla.
Luego de las expresiones de enojo, reclamo y molestia de algunos grupos panistas por la selección de candidatos, el dirigente priista dijo ser respetuoso de la vida interna de los partidos, pero sí aceptó que ese ambiente de tensión solo podría lesionar la alianza rumbo al 6 de junio.
Néstor Camarillo pidió a los panistas molestos que ayuden a construir una oposición fuerte. Aceptó que el PRI le quitó espacios al PAN, pero también dijo que el PAN quitó espacios al PRI y el PRD también ha mermado las posiciones, mismas que no alcanzan para todos; pero les pidió privilegiar el beneficio político y social por la entidad, dejando de lado los intereses personales o de grupo, ya que en el partido tricolor así lo han entendido y asimilado.
En suma. Cuando parecía que el PRIANRD se estaba armando con altas posibilidades de convertirse en una alianza competitiva y opción real para el respetable, al final quizá sean ellos mismos quienes terminen dándose en la mother. Si ya se anticipa que las bases de cada partido podrían ponerse dignas y no operar el día de la elección con el argumento de que no trabajarían para candidatos que no fueran los suyos, pues ahora con este embrollo pues quizá hagan campaña de brazos caídos y eso significa no hacer nada para intentar ganar. ¿Y es así como el PAN, PRI y PRD quieren competir y ganarle a Morena?