Hoy nos enfrentamos a una batalla sin precedentes frente al coronavirus, en la que el Gobierno del Estado impulsa medidas como el Pacto Comunitario, en paralelo con políticas económicas en apoyo a las mujeres, para impulsar la agenda de cambio, combate a la pobreza y la desigualdad, crear prosperidad, empleos formales y bien remunerados”, estableció la secretaria de Economía, Olivia Salomón, en el panel “Nosotras en el emprendimiento social”.

En tanto, la secretaria de Igualdad Sustantiva, Mónica Díaz de Rivera señaló que estos paneles sensibilizan como la sociedad se ha reinventado en el tiempo, pues hace cinco décadas incluso una serie de oportunidades eran negadas a las mujeres por ley. Por ejemplo, dijo, en 1976 no se permitía tener cuenta de banco o acceso al crédito, como tampoco tramitar un pasaporte sin la autorización del cónyuge, mucho menos tener su propia empresa, que significa un paso a su independencia.

La fundadora del Colectivo Textiles Hueyapan, Teresa Lino Bello recordó como hace 41 años se constituyeron como grupo de artesanas de mujeres indígenas, de cara a costumbres y tradiciones en el pueblo donde se planteaban que ellas no podían estar fuera de casa, solamente bordar en casa o en la faena del campo: “aceptábamos cosas que afectaban nuestra identidad, ahora en la vida de pareja negociamos”, dijo.

Por su parte, Gabriela Casique Reyes, fundadora de Cooperativa Citricultores Pahua, del municipio de Francisco Z. Mena, que busca precios justos y erradicar el intermediarismo en la región, dijo que la naranja llegaba a cotizarse en 60 centavos por kilogramo, insuficiente para mantener las huertas, por lo cual se han organizado y con el programa de Empresas de Alto Impacto se han capacitado para dar fuerza su organización.

La representante de la cooperativa Rutas al Campo, Blanca Elizabeth del Campo, señaló que se debe de buscar romper la informalidad, aunado a promover la inclusión, pues el 9 por ciento de población en discapacidad enfrenta no solamente limitaciones físicas, sino sociales, pues se les limitan sus derechos y enfrentan un mundo laboral desigual.

La integrante de la Cooperativa Mazolco, Patricia Hernández de los Santos, dijo que antes de la creación de esa empresa de tortillas, la única oportunidad de empleo era migrar a la ciudad o cultivos de subsistencia, pues en el caso de los maíces multicolores como el azul o el rojo eran muy mal pagados.