Dos bebés de plástico: uno caucásico y otro de tez morena. En medio, un grupo de niños que, individualmente, son entrevistados para conocer sus percepciones sobre los muñecos. “¿Cuál es el más bonito? ¿Cuál se parece a ti? ¿Cuál te gusta más?”.

El experimento social se complejiza cuando las niñas y los niños voluntarios reciben cuestionamientos más profundos: “¿cuál de ellos es bueno?, ¿cuál es malo?. Las respuestas oscilan entre la confusión y la contundencia semiótica: [El blanco es bueno] porque sus ojos son azules y todo su cuerpo es blanco, dice uno. “Me parece que [el otro muñeco] está un poquito… más moreno, no se ve tan blanco…”, explica otra.

La conocidísima campaña del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) fue recuperada por el Dr. Antonio Carrillo Avelar para explicar cómo las prácticas de convivencia entre infantes se ven impactadas por los mecanismos históricos identitarios y de autovaloración. En estos procesos se entretejen relaciones desiguales que se ven enmarcadas por el racismo.

En un conversatorio organizado por la IBERO Puebla ─que contó con traducción en directo a la lengua de señas mexicana─, el investigador expuso que en México son muy escasas las escuelas que propician una educación bilingüe, español y la lengua originaria de cada región.

La clave de cualquier tarea educativa debe centrarse en los niños y las niñas. En 1990, se celebraron los Acuerdos de Jomtien en Tailandia, donde 150 países emitieron la Declaración Mundial sobre la Educación para Todos con la encomienda de satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje.

De manera paralela, cuatro años después, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó para reclamar la reivindicación y soberanía de los pueblos indígenas. El modelo de modernidad recriminado por este movimiento se ve reflejado en la educación, pues el esquema pedagógico dominante obstaculiza el proceso de enseñanza-aprendizaje contextualizado.

Para dar cuenta de ello, en los años 90 Carrillo Avelar desarrolló un proyecto en el que seleccionó instituciones indígenas de educación para hacerlas, en un sentido comunitario, exitosas. En dicho trabajo se fomentó la educación bilingüe a través de material didáctico innovador y una asesoría tutoral significativa.