Está claro que lo que queda del morenovallismo, el reducto que quedó de aquella clase política que, según el barbosismo hizo negocio con todo en Puebla cuando gobernó, quiere perder la próxima elección.
Sus huestes, aquellos que tienen la cabeza escondida en la tierra -como las avestruces- por aquello de que tienen una cola muy larga que podría delatarlos y hasta encarcelarlos por sus corruptelas, prefieren perder los comicios que vienen.
Y así lo han decidido debido a que les molesta que otros avancen en la política, que se encumbren, que los superen y que se sigan desarrollando.
Mucho más si es Eduardo Rivera Pérez, quien ha logrado transitar y mantenerse como el aspirante puntero a la presidencia municipal de Puebla, muy por encima de cualquiera de los 40 o 48 supuestos panistas que firmaron el desplegado en su contra.
Panistas, por cierto, en algunos de sus casos tienen cuentas pendientes en el Congreso del Estado y en la Auditoría Superior del Estado (ASE) por corruptos, como Jorge Aguilar Chedraui, ex diputado líder del Congreso local y ex secretario de salud en Puebla.
Porque a nadie se le olvida que Jorgito es el principal protagonista del boquete financiero que apareció en la Secretaría de Salud. Un desfalco de algo así como 400 millones de pesos.
¿Creerán que la autoridad no tiene memoria, y que no podría revivir una investigación para saber dónde quedaron esos recursos que sólo Jorgito sabe?
Es de risa como pretenden bloquear a Lalo Rivera.
Vergüenza les debería dar andar promoviendo cartas que una vez que se publican y se conocen más bien parecen una burla a la inteligencia de los poblanos.
Porque exigen lo que ellos nunca respetaron en su momento: democracia, unidad e inclusión.
Es algo así como la declaración de Félix Salgado Macedonio, quien después de haber ser acusado de violación ahora disque se preocupa por las mujeres.
¿O a poco alguien recuerda que los morenovallistas exigieran a su sensei eso que ahora reclaman?
Todos los firmantes del desplegado de marras, sin excepción, fueron beneficiarios de los gobiernos morenovallistas. Y hay argumentos y pruebas documentadas que lo demuestran.
El gobierno, a propósito, dicen que ya les está recabando lo de sus negocitos.
El diputado Marcelo García Almaguer, por cierto, es de los muchos morenovallistas que debería permanecer callados y quietos, porque si hay alguien que fue beneficiado con toda clase de privilegios, económicos y millonarios, fue él.
Hay muchas historias que contar de Marcelo, quien fue el terror de los medios y de sus propietarios. El antes y después del diputado, su actitud soberbia y hoy de alguien del pueblo, es el mejor ejemplo.
¿A quién quieren engañar esos panistas, carajo?
¿Por qué no pensaran en otras acciones más creativas para derribar a sus correligionarios?
Por algo Rafael Moreno Valle Rosas (qepd) era su líder. Porque era quien pensaba y quien les movía el pandero para ellos simple y sencillamente bailaran.
¿Que no recordarán que esto se acaba?
¿Que la vida no la tenemos comprada?
¿A poco ya olvidaron lo que sucedió aquel 24 de diciembre de 2018?
¿Tan ambiciosos son que, como Judas, van a vender a su mejor candidato?
No es posible que los panistas morenovallistas en lo único que se hayan puesto de acuerdo en es tratar de joder la elección y reventar a su partido.
A ver si Morena, así de tronado y desunido como está, no les gana el mandado.
“Pero que asquerosidad es esto”, dijera el clásico.
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Otra de partidos ridículos en Puebla: el PVEM
Otro partido que no entiende que es la inteligencia, la decencia política y el respeto a los ciudadanos es el Verde Ecologista de México (PVEM).
Ayer, al dirigente municipal del partido del tucán, Ricardo Chavero, se le ocurrió la puntada de salir a la calle a disque echar andar una campaña de uso del cubrebocas para beneficio de la salud de los poblanos.
Y nada parecería extraño si no es porque esta disque “noble campaña” llega después de casi un año del brote del Covid en el país.
Hágame, usted, el favor.
A los lidercillos del Verde, que ni son ecologistas, ni políticos, ni están preocupados por la gente sólo les interesan las campañas y los votos.
Así es, hoy que estamos en tiempos electorales se les ocurre la brillante idea de preocuparse por la salud de los demás. Que pinche casualidad, carajo.
Y disculpen los lectores y el respetable la expresión, pero de esos “políticos” ya estamos cansados todos los mexicanos, de los oportunistas y aprovechados.
Por algo Morena no los incluyó en su alianza.
Y si fue una estrategia para fragmentar el voto también hicieron bien, porque el Verde en una de esas hasta pierde su registro. Ya nadie les cree.
Deberían de mostrar respeto los mirreyes del Verde por los ciudadanos. Mejor que se pongan a ayudar al medio ambiente y a los animales que mucha falta les hace.
Lo demás déjenselo a los poblanos, a esos que sí piensan y trabajan sin interés alguno.
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